“Homeland”
fue todo un descubrimiento. La serie me enganchó en sus dos primeras temporadas
con la evolución y los secretos de los trabajados personajes; el ritmo y los
giros argumentales; y las tramas centradas en el terrorismo, las dobles
identidades, los problemas familiares, la bipolaridad y las relaciones
imposibles. (A partir de aquí todo es SPOILER).
Pero
la tercera temporada supuso un cambio radical. La trama fue algo más floja que
en las anteriores. Parecía que la tercera tanda de episodios se centraba en
contar las consecuencias de todo lo acontecido; en no dejar cabos sueltos. Esto
es algo que se agradece, pues muchas ficciones terminan sin cerrar al amplio
abanico de tramas que se desarrollan. Y entonces tuvo lugar la season finale, con
el capítulo más doloroso y devastador de la serie, con esa melancólica melodía
de fondo, con Carrie destrozada y llorando a mares, con la despedida de un
personaje que era el centro de toda la serie. Los guionistas se atrevieron a
hacerlo. Todo estaba acabado y parecía que estábamos ante el desenlace no
anunciado de la serie.
Fue
entonces cuando se batió record de audiencia, Internet ardía en críticas y se
anunciaba la cuarta temporada. ¿Pero qué se podía esperar ahora de “Homeland”?
La mayoría de personajes fuera de la acción, con la historia en un nuevo país,
sin las tramas que tanto habían enganchado… Pero la temporada se ha estrenado y
he de decir que hay vida después de Brody.
La
serie ha vuelto a empezar de cero. Le han dado una nueva orientación que puede
que nos vuelva a enganchar como lo hizo en sus inicios. Carrie trabaja ahora en
Kabul y gracias a un soplo bombardean una boda por error. Y así vuelve a
comenzar el drama, introduciéndonos a un nuevo personaje que sufre ese hecho en
primera persona y pierde a toda su familia. También nos muestra el violento
asesinato en las calles de la fuente de ese soplo ante los ojos de Carrie y
Quinn.
La
trama familiar se centra en la decisión de Carrie de haber tenido el bebé que
por cierto, se parece mucho a Brody. Es su hermana quien se hace cargo de la
pequeña. Todos teníamos claro que Carrie no estaba preparada para ser madre,
pues sigue estando un poco desequilibrada; y eso lo vemos en la angustiosa
escena en la que baña a su hija e intenta ahogarla.
Creo
que con este comienzo cargado de dudas e incógnitas la serie promete volver a
regalarnos momentos de tensión, odio y fascinación. Esperemos que combinen
todos los buenos elementos con los que cuenta la serie y vayan por el buen
camino.
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