Los
talents sobre cocineros han sido tan explotados en tan pocos meses
(“Masterchef”, “Masterchef Junior”, “Pesadilla en el cocina”, “Top Chef”, “Deja
sitio para el postre”) que pensé que una nueva comedia centrada en la cocina fracasaría.
La serie me tomó por sorpresa y me enganchó desde el primer momento. Y parece
que no sólo me ha sorprendido a mi, pues la serie es seguida por millones de
espectadores cada lunes y se ha convertido en la más vista de la televisión en
esta temporada.
“El Chiringuito de Pepe” cuenta la historia de Sergi Roca, un aclamado chef que se enfrenta al difícil reto de salvar de la ruina a uno de los peores restaurantes del país: un chiringuito de playa regentando por un peculiar hostelero (que resulta ser su padre), su hijo y su sobrino. La disparidad de criterios culinarios y el abismo existente entre el rey de la cocina creativa y el maestro de la fritanga dan lugar a una serie de divertidísimas aventuras por el pueblo de Peñiscola.
Uno de los puntos fuertes de la serie son los personajes y los actores que los interpretan. Santi Millán y Jesús Bonilla destacan en sus papeles y su tándem funciona muy bien. La química que hay entre ellos traspasa la pantalla. El Langui y Dafne Fernández están muy acertados. La sorpresa para mí ha sido Begoña Maestre, personaje poco aprovechado en la serie pero que aporta frescura y optimismo en cada una de sus apariciones. Quien realmente no acaba de lucirse es Blanca Portillo, que con la poca chicha que le dan a sus tramas siempre está en un segundo plano que no la deja brillar como lo hizo en “Acusados”.
“El Chiringuito de Pepe” cuenta la historia de Sergi Roca, un aclamado chef que se enfrenta al difícil reto de salvar de la ruina a uno de los peores restaurantes del país: un chiringuito de playa regentando por un peculiar hostelero (que resulta ser su padre), su hijo y su sobrino. La disparidad de criterios culinarios y el abismo existente entre el rey de la cocina creativa y el maestro de la fritanga dan lugar a una serie de divertidísimas aventuras por el pueblo de Peñiscola.
Uno de los puntos fuertes de la serie son los personajes y los actores que los interpretan. Santi Millán y Jesús Bonilla destacan en sus papeles y su tándem funciona muy bien. La química que hay entre ellos traspasa la pantalla. El Langui y Dafne Fernández están muy acertados. La sorpresa para mí ha sido Begoña Maestre, personaje poco aprovechado en la serie pero que aporta frescura y optimismo en cada una de sus apariciones. Quien realmente no acaba de lucirse es Blanca Portillo, que con la poca chicha que le dan a sus tramas siempre está en un segundo plano que no la deja brillar como lo hizo en “Acusados”.
Lo que hecho de menos en la serie es un mayor protagonismo en el elenco femenino, pues las actrices parece que no están y cuando se les da una trama es para emborracharse o para hacer una reunión de libros. Los guionistas deberían arroparlas más, introducir más personajes femeninos y darles el suficiente peso. Es ahí donde veo la debilidad de la serie. Le faltan más líneas argumentales y más personajes, para evolucionar y crear un universo ficticio que llame más al espectador. Por el contrario, la serie acabará cansando al público que parece que hasta ahora ha aceptado lo emitido.
La comedia cuenta con todos los topicazos del género: el protagonista famoso, las diferentes formas de ver la vida, las relaciones de padre e hijo, la tía buena, la tensión sexual entre los protagonistas, el humor fácil, etc. Y es al tocar ciertos temas, como el sentimiento de abandono del hijo del protagonista, cuando la serie deja atrás las risas y cuenta historias que la convierten en un verdadero drama.
La ambientación si es acertada y fotográficamente es fantástica, luminosa y fresca. Otro de los aciertos ha sido el elegir la belleza natural de Peñiscola para atreverse con las secuencias en exteriores, un riesgo que han querido correr y con el que han dado de lleno. Los planos del castillo o los planos de la moto o del barco en movimiento son espectaculares.
Mejorando la serie en lo que respecta al guion, “El Chiringuito de Pepe” se convertirá en una de las series más recordadas por el espectadores. De momento es acertada, agradable de ver y derrocha simpatía y encanto. Recomendable para sacarte una sonrisa una vez a la semana.
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