David
Fincher ha vuelto a sorprender con un gran trabajo y ha conseguido llegar al
público con “Perdida”. A mi me ha dejado con sensaciones extrañas en mi cuerpo.
A lo largo del filme he viajado por el agobio, la intriga, el odio, la
desesperación y la incredulidad. Y lo único que puedo afirmar es que salí del
cine en estado de shock y totalmente desconcertado.
“Perdida”
cuenta la historia de Nick (Ben Affleck) y Amy (Rosamund Pike), un matrimonio
ejemplar y de los de antaño que atraviesa sus peores momentos. El día de su
quinto aniversario, Amy desaparece sin dejar rastro y comienza entonces y con
un gran eco mediático su búsqueda. La historia va avanzando y el panorama se va
enturbiando para Nick. Debido a sus contradicciones y a las pistas que van
apareciendo, el protagonista se convierte en el centro de todas las acusaciones
y es azuzado por los medios de comunicación.
Así
comienza una de las tramas más retorcidas que he tenido la oportunidad y el placer de
disfrutar. El guion cuenta con tantos giros que llegar al desenlace te acaba dando igual, puesto que lo que quieres ver es como
se va desarrollando el caso. Si es cierto que la película es excesivamente
larga, pero no se hace aburrida. Cuando se cumplía la primera hora de duración,
me preguntaba que ocurriría en la hora y media restante puesto que más cosas no
podían suceder. Y sucedieron, y lo hicieron con un ritmo imparable.
Es
una historia aparentemente simple que se desarrolla y da lugar a una brillante
crítica de los medios de comunicación, de las relaciones sentimentales y de la
perversidad humana recogida en esa red de mentiras y obsesiones. El espectador
acaba sumergido en una trama donde lo que crees que es no lo es; lo que es lo
es; lo que parece no ser lo es; y lo que parece ser no lo es. ¿Perdido? Yo
también, y más después de ver el filme.
Todo
el reparto está pletórico y ejecutan su papel a la perfección. Pero hay que
hacer especial hincapié en Rosamund Pike. Si lo que se quería conseguir es que
el espectador odiase, temiera y quedase boquiabierto con Amy, conmigo lo han
conseguido. Llegas a empatizar tanto con ella, que llega ese momento en el que
todo da la vuelta y la acabas odiando con todas tus fuerzas y te das cuenta de
que no puede haber un personaje más desequilibrado. Ella, junto a Affleck, representan a unos individuos realmente oscuros, agresivos, retorcidos, pero al
fin y al cabo humanos.
Los
diálogos son perfectos con esos toques de humor negro. Visualmente es
impecable, con encuadres y planos perfectos y secuencias que te cortan la
respiración. El plano con el que la película comienza y termina es de los
mejores que he visto y se trasmite todo lo que se puede llegar a trasmitir a
través de una pantalla. Los flashbacks y la voz en off de Amy son intrigantes y
el montaje paralelo es realmente espectacular.
“Perdida” es una de las
películas más recomendables de los últimos años, con una historia simple que da
la vuelta a absolutamente todo lo habido y por haber y que llega a convertirse
en adictiva. El filme es una autentica lección de cómo provocar diferentes
estados de animo y de cómo dejar al público perplejo. Un thriller impactante
que nadie debería perderse; por perversa, perturbadora y desquiciante.