miércoles, 29 de octubre de 2014

Para "perdido" yo

David Fincher ha vuelto a sorprender con un gran trabajo y ha conseguido llegar al público con “Perdida”. A mi me ha dejado con sensaciones extrañas en mi cuerpo. A lo largo del filme he viajado por el agobio, la intriga, el odio, la desesperación y la incredulidad. Y lo único que puedo afirmar es que salí del cine en estado de shock y totalmente desconcertado.

“Perdida” cuenta la historia de Nick (Ben Affleck) y Amy (Rosamund Pike), un matrimonio ejemplar y de los de antaño que atraviesa sus peores momentos. El día de su quinto aniversario, Amy desaparece sin dejar rastro y comienza entonces y con un gran eco mediático su búsqueda. La historia va avanzando y el panorama se va enturbiando para Nick. Debido a sus contradicciones y a las pistas que van apareciendo, el protagonista se convierte en el centro de todas las acusaciones y es azuzado por los medios de comunicación.

Así comienza una de las tramas más retorcidas que he tenido la oportunidad y el placer de disfrutar. El guion cuenta con tantos giros que llegar al desenlace te acaba dando igual, puesto que lo que quieres ver es como se va desarrollando el caso. Si es cierto que la película es excesivamente larga, pero no se hace aburrida. Cuando se cumplía la primera hora de duración, me preguntaba que ocurriría en la hora y media restante puesto que más cosas no podían suceder. Y sucedieron, y lo hicieron con un ritmo imparable.

Es una historia aparentemente simple que se desarrolla y da lugar a una brillante crítica de los medios de comunicación, de las relaciones sentimentales y de la perversidad humana recogida en esa red de mentiras y obsesiones. El espectador acaba sumergido en una trama donde lo que crees que es no lo es; lo que es lo es; lo que parece no ser lo es; y lo que parece ser no lo es. ¿Perdido? Yo también, y más después de ver el filme.

Todo el reparto está pletórico y ejecutan su papel a la perfección. Pero hay que hacer especial hincapié en Rosamund Pike. Si lo que se quería conseguir es que el espectador odiase, temiera y quedase boquiabierto con Amy, conmigo lo han conseguido. Llegas a empatizar tanto con ella, que llega ese momento en el que todo da la vuelta y la acabas odiando con todas tus fuerzas y te das cuenta de que no puede haber un personaje más desequilibrado. Ella, junto a Affleck, representan a unos individuos realmente oscuros, agresivos, retorcidos, pero al fin y al cabo humanos.


Los diálogos son perfectos con esos toques de humor negro. Visualmente es impecable, con encuadres y planos perfectos y secuencias que te cortan la respiración. El plano con el que la película comienza y termina es de los mejores que he visto y se trasmite todo lo que se puede llegar a trasmitir a través de una pantalla. Los flashbacks y la voz en off de Amy son intrigantes y el montaje paralelo es realmente espectacular.

“Perdida” es una de las películas más recomendables de los últimos años, con una historia simple que da la vuelta a absolutamente todo lo habido y por haber y que llega a convertirse en adictiva. El filme es una autentica lección de cómo provocar diferentes estados de animo y de cómo dejar al público perplejo. Un thriller impactante que nadie debería perderse; por perversa, perturbadora y desquiciante.


lunes, 27 de octubre de 2014

Torrente 5

“No creo que haya más Torrente. La quinta me ha quedado muy bien.” declaraba su creador Santiago Segura en su última entrevista en televisión. Y le doy la razón, mejor que no haya más. Ya hace muchos años desde que José Luis Torrente se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos del cine patrio; hecho que ha utilizado Segura para alargar la saga y recaudar millones de euros; llegando a convertirse la quinta entrega en el estreno más visto del año 2014.

Tenía muchas esperanzas en el filme y me ha decepcionado. Yo soy partidario de que el guion está por encima de todo y que de nada sirve contar con buenas interpretaciones, efectos especiales y banda sonora si lo básico, el argumento, falla. Bien, en este caso me ha pasado todo lo contrario. Creo que es la mejor película de Torrente con respecto a la trama; hay una verdadera historia con un desarrollo coherente. La trama del atraco a un casino recuerda a películas como “Ocean´s Eleven” pero en esta, en vez de contar con actores de la talla de Brad Pitt o George Clooney, nos tenemos que conformar con Jesulín de Ubrique y Julián López.


Otro punto a su favor es el haber reducido el número de cameos. En “Torrente 4, Lethal Crisis” parecía que ciertas partes de la historia eran simplemente incorporadas para la aparición de todos esos personajes públicos que se prestaban a ello. Y de tanto cameo uno se acaba cansando. En esta última entrega esas apariciones parecen más acertadas; se disfrutan y se insertan de forma más hilada a la narración. Lo que aún no llego a comprender del todo es porque Santiago Segura opta por personajes del mundo del corazón para el papel de secundarios (Kiko Rivera o el citado Jesulín) y no aprovecha a actores de la talla de Imanol Arias o Ricardo Darín, a los que solo les da un par de frases a lo largo del filme.

Además de una trama bien hilada, la cinta es toda una crítica de nuestro país. Situar la acción en 2018 da mucho juego , presentado a España fuera del euro y a Cataluña como estado independiente. Es destacable el montaje paralelo a la hora de contar como sucederá el atraco mientras vemos como los desdibujados personajes lo tendrían que llevar a cabo. Y digo tendrían porque como es sabido, no hacen nada bien y todo es un fracaso. Me quedo también con el tramo final y esa escena de acción que demuestra que nosotros también “podemos”.

Pero todos estos aciertos, que como he dicho antes son lo que más suelo valorar, quedan en un segundo plano en esta película por una simple razón: la saga Torrente se basa en el humor, y yo no he soltado ni una carcajada. Es más, me he llegado a aburrir en ciertos momentos. No digo que los gags no fueran buenos, pero están muy vistos y algunos de ellos son de vergüenza ajena. Los chistes se van contando sin ton ni son, los sketches nos los sabemos de memoria... Si el público lo que busca en la franquicia Torrente es pasar un rato divertido y no lo pasa, la película ha fracasado.


En fin, el filme no funciona bien como comedia, pero por primera vez cuenta con una historia decente y bien narrada. Veremos si Segura acierta y deja la saga aparcada, pues ya no da para mucho más amiguete.

jueves, 23 de octubre de 2014

Hermanos

“Hermanos”, la esperada miniserie que Telecinco ha tenido guardada en el cajón hasta las últimas semanas, se va por la puerta de atrás. La serie cuenta los sucesos que viven tres amigos íntimos durante los últimos 20 años de nuestro país. Protagonizada por María Valverde, Antonio Velázquez y Álvaro Cervantes, la serie ha ido decayendo hasta su final, generando una gran decepción en los espectadores.

El primer capítulo fue el más potente, con la introducción a la vida de cada uno de ellos. Las distintas personalidades les lleva a que tomen rumbos diferentes: el impulsivo Juan intenta probar suerte en el mundo del boxeo, el ojito derecho de mamá Alberto comienza a estudiar en la universidad y Virginia comienza con sus primeros pinitos en el mundo del periodismo. Pero en todo el planteamiento no hubo nada que me hiciera pensar que estaba ante un producto diferente.

Puede que ese defecto lo hayan intentado eclipsar con el apartado técnico y artístico. Les ha llevado mucho tiempo grabar en las numerosas localizaciones; la fotografía es sobresaliente; los primeros planos están trabajadísimos; el uso de la cámara lenta llama la atención del espectador, etc. Y qué decir del gran reparto de la ficción. Todos los actores y actrices son conocidos en el mundo de la interpretación y hay que alabar el trabajo de grandes profesionales como Elvira Mínguez, Irene Montalá, Fernando Cayo, Aura Garrido y Roberto Álamo.

Pero esto no es suficiente. El montaje paralelo de las historias de los tres jóvenes lleva a veces a la confusión y esto conduce también a que en algunos capítulos el ritmo sea lento, y que en otros no puedas respirar de la tensión. Algunas escenas como el fallecimiento del padre en el primer capítulo, el secuestro de los periodistas o la explosión en las minas con el desconocimiento de si la pequeña Marta estaba viva o no, se han convertido en las escenas más impactantes de la serie.

Sin olvidarme de volver a destacar los trabajos de ambientación, casting y localización, el mayor lastre de “Hermanos” es el guion. Las numerosas elipsis hacen que echemos de menos una historia compacta, una narración con cohesión. La miniserie no ha cumplido las expectativas, al menos, desde mi punto de vista. Emocionar con un trágico final y apostar por lo visual está muy bien, pero solo eso no lo convierte en un producto notable.


miércoles, 22 de octubre de 2014

Adán y Eva, al desnudo

El innovar y el sorprender en la pequeña pantalla cada vez es más difícil, por lo que la mayoría de veces se opta por españolizar los formatos de otros países. Así llegó anoche el esperado programa “Adán y Eva”; y se estrenó con bastante éxito: 14,8% de cuota. El saber que Eyeworks España estaba detrás de su adaptación y que la conductora iba a ser Mónica Martínez eran puntos a favor para darle una oportunidad. Y la verdad es que el estreno no ha dejado indiferente a nadie.

El dating comienza con la llegada de un “Adán” y una “Eva” completamente desnudos a una isla paradisiaca. De esta forma, los concursantes deben conocerse y saber si se complementan. Pero no lo tienen fácil porque la isla juega con ellos: juegos de expulsión (bastante cutres por cierto), la llegada de más hombres y más mujeres, alcohol de por medio… Así en cada episodio asistimos al comienzo, desarrollo y final de una historia o varias historias de amor.

El programa se sustenta en tres pilares importantes. El primer lugar, el desnudo. “Adán y Eva” intentó romper los tabús mostrando todo el cuerpo de los participantes, sin nada de pixelación. Los desnudos se muestran con toda la naturalidad (a veces jugando con los objetos y elementos del espacio). No existen planos comprometidos, simplemente se muestran los cuerpos tal y como son. Pero el hecho que de que estén desnudos tiene su lado negativo: los concursantes se cohiben, se avergüenzan bastante y sus intervenciones son demasiado forzadas.

El segundo punto importante es el casting. Para este tipo de formatos se necesitan “personajes” que den juego, y en este caso, carne. Los primeros lo entregaron todo, haciendo alarde de su incultura, mostrándose los hombres como machos alfa y regalando a los espectadores el primer “edredoning”. El programa tuvo muchas más críticas en la redes sociales por las perlas que soltaban los concursantes y por su bajo nivel educativo que debido a los desnudos, cosa que se vio tan normal. Por lo tanto, en este punto han dado de lleno.



Personalmente rompo una lanza a favor de este tipo de concursantes, pues son los que realmente nos hacen reír con afirmaciones tales como “el Manzanares es una fruta”, “La Alhambra es un alambre”, “Que haiga dos chicos en la isla que se peleen por mi es así porque yo lo valgo” o “Adán y Eva es el primer fascículo de la biblia”; y con su mentalidad aún por evolucionar en declaraciones como “Los hombres deben pagar siempre la cena y conducir el coche. Las mujeres siempre de copiloto”. Resulta increíble e hipócrita que una mujer joven haga este tipo de comentarios en un programa al que se presenta desnuda para conocer pareja, ¿no creéis?.

El tercer punto fuerte es la edición que suelen tener los programas de Eyeworks. El éxito de “Un príncipe para…” y “Quien quiere casarse con mi hijo” se debe además de a los concursantes tróspidos, al gran trabajo de postproducción. En la adaptación de este formato este punto me ha decepcionado. No me he encontrado ese guion trabajado, ese montaje impecable y esos sonidos y efectos con lo que se te invita a reír no sé si con o de los participantes. Un fallo garrafal.

Por último, Mónica Martínez no me ha convencido como celestina. Sus intervenciones me han parecido demasiado sosas y algo forzadas y sus entrevistas a los concursantes antes de ir a la isla sobraban totalmente. Y qué decir de la explicación del juego de expulsión, que parecía que presentaba por primera vez un programa de televisión. ¿Por qué si algo funciona lo cambian? Luján Argüelles cumple a la perfección su papel en este tipo de formatos.

El programa no me ha acabado de enganchar, pero si me entretuvo y me hizo pasar un rato divertido con su sencilla dinámica, los participantes seleccionados y el pudor con el que se trataron los desnudos. Veremos si sigue despertando los instintos más primitivos de los espectadores y no olvidemos que la verdad solo se presenta de una forma, desnuda.


jueves, 16 de octubre de 2014

Todo podría ir mejor


"Todo va bien" ha sido la última puesta de Cuatro para reforzar su access prime time. El programa se estrenó con datos muy flojos de audiencia, pero los directivos decidieron confiar en el formato y mantenerlo todo el verano. Con la ausencia de programas como "El Hormiguero" o "El Intermedio" el programa de Cuatro creció en número de espectadores y esto le hizo renovar por una nueva temporada.

Llegó septiembre y como los programadores de Cuatro no saben dejar quietos los programas que funcionan en sus franjas horarias, decidieron cambiar el horario de "Todo va bien" y emitirlo a las 21:00h, siendo la competencia directa de todos los informativos del resto de cadenas. Y como era de esperar, la audiencia volvió a descender y hoy en día tiene unos datos muy flojos, que a la larga, puede conducirle a la cancelación. 

Y el programa no es malo. Sus conductores Xavi Rodríguez y la cantante Edurne (que comete fallos puesto que no es una profesional del medio) nos ofrecen un cóctel de risas, parodias, entrevistas, cámaras ocultas, zappings y demás contenidos con el objetivo de enganchar al público juvenil y lo hacen con gran acierto.

Todo les va bien con las parodias de Raúl Pérez a Rajoy, Jorge Javier Vázquez, Pablo Iglesias o Iker Jiménez; las entrevistas de trabajo a niños o los reportajes surrealistas de Javier Abascal; las bromas paranormales de cámara oculta o las que suceden en el interior de un taxi en el que el taxista conduce sin los permisos o tiene una enfermedad muy contagiosa; o el concurso Kamikaze de Miguel Martín, en el que gente de la calle llama a sus familiares o amigos y están obligados a seguir las instrucciones que les marca unos paneles. 


Otro de los aciertos del programa es llevar a personajes de actualidad. Por el sofá de entrevistas han pasado actores, cantantes  políticos, presentadores, etc. y todos ellos participan de una forma divertida en los juegos y aventuras que les proponen. Los colaboradores, y sobre todo María Lama, son todo un acierto y sus intervenciones provocan auténticas carcajadas. La actualidad también está presente en el resumen diario de noticias que hacen y en el seguimiento de las redes sociales. Y hay que destacar también el hueco que le dan a actuaciones de acróbatas, magos y otros talentos con el objeto de promocionarles. 

Muchos podrán compararlo con "El Hormiguero", pero este es mucho más alocado y menos serio. También tiene sus fallos, y a veces parece que no siguen ninguna escaleta, pero hacen lo que pueden. Con el tiempo el programa puede mejorar (que ya lo está haciendo) y convertirse en una marca de la casa. 

Si lo que buscas es terminar el día con una sonrisa, "Todo va bien" colaborará a ello, con hora y media de humor hilarante y con un formato fresco y juvenil. Esperemos que con las recientes incorporaciones del crítico de cine Yong Li y la actriz Elena Furiase el programa vuelva a despegar.