lunes, 24 de octubre de 2016

Atónito ante "Black Mirror"

"Black Mirror" está de vuelta. Y gracias a la grandiosa Netflix (¿qué haríamos sin ella?). La distópica serie, ahora bajo la dirección de Joe Wright, vuelve a presentar una trama diferente en cada capítulo, en los que se sueltan auténticas bombas reflexivas y te dejan ahí, dándole vueltas al asunto. Porque la ficción no sólo critica, sino que va mucho más allá. De nuevo sorprende por su nivel técnico que es sobradamente bueno, por su radicalidad, por su cuidada y trabajada banda sonora y por presentar numerosos giros de guion en cada capítulo sin perder la eficacia. Cada capítulo podría ser exhibido en el cine como una película solitaria. 

No debemos olvidar que "Black Mirror" es ante todo una crítica social sobre las tecnologías de la comunicación y que en cada capítulo se toman la libertad de representar esa crítica a su manera. Quiero decir, introduce elementos de ciencia ficción cuando la historia lo requiere y presenta historias más simples y cotidianas cuando la crítica así lo pide. De hecho, de los 6 episodios que componen esta tercera temporada, me quedo con el más fantasioso ("Caída en picado") y con el más normal ("Cállate y baila"). 


En "Caída en picado" se muestra una realidad en la que las calificaciones marcan tu vida. En la que no es lo mismo ser un 2,5 que un 4,7. La protagonista intenta buscar la forma de alcanzar las buenas valoraciones que consigue su amiga para así poder tener una "vida mejor". Aquí se lanza la crítica al postureo de las redes sociales, a la devoción por el número de "Me gusta" que perseguimos todos con nuestras publicaciones. Una realidad en la que tus publicaciones muestran una vida perfecta, a pesar de no serlo. Una vida en la que la gente te envidia por tu éxito y en la que la honestidad y la autenticidad reside en los apartados de la sociedad. Más que reflejar una sociedad utópica, trata de mostrar el futuro que tendremos si no dejamos de dar la vida por conseguir más "likes". Además, este capítulo me ha gustado por su montaje y la paleta de colores. Parece que todo el episodio, por sus tonos rosa y salmón, ha sido rodado con uno de los filtros de Instagram. ¿Alguien más pilla la guasa?


En "Cállate y baila", un joven de 19 años se ve obligado a colaborar con un extraño debido a un chantaje. Las vidas de ambos quedan a merced de personas completamente desconocidas que tienen en su poder material comprometido de los protagonistas. La crítica está clara: el anonimato de Internet. Todos sabemos que nuestros movimientos en la red son monitoreados y almacenados pero, ¿hasta que punto?. La trama me parecía escalofriante por su cercanía y porque el chantaje te hace pensar en la atracción de fastidiar a los demás por el simple hecho de fastidiarlos, en lo oscuros que son a veces nuestros impulsos, en lo que somos capaces de hacer para no revelar nuestra intimidad... Sufrimos con el protagonista y al final descubrimos que las víctimas son tanto o más culpables que los propios chantajistas.

Realidades virtuales en las que los fallecidos pueden vivir para siempre, dispositivos que alteran tus sentidos para cambiar la percepción de la realidad y acabar con las personas más propensas a enfermedades, confundir tu vida real con la virtual por no querer afrontar la realidad... Tramas que te remueven todo y te hacen pensar hacia donde avanza la sociedad. "Black Mirror", recomendadísima. 

La violencia de Negan (7T TWD)

Sobrecogedor. Violento. Sangriento. Perturbador. Doloroso. Lacrimógeno. Así ha sido el esperado estreno de la séptima temporada de "The Walking Dead". Después de meses de teorías y especulaciones tras el mayor cliffhanger televisivo de los últimos tiempos, Negan y su sádico bate Lucille han mostrado al grupo de lo que son capaces. El nuevo villano de la serie ha sido, sin ninguna duda, el protagonista del capítulo más gore que se ha emitido en televisión hasta la fecha. 

La trama se retomaba con un salto temporal y los espectadores descubríamos 10 minutos más tarde la primera víctima de Negan: Abraham. Su muerte, repleta de sangre, era ya esperada. En la pasada temporada, otro personaje corrió la misma suerte que él en el cómic, por lo que no era descabellado pensar que se habían reservado su muerte para este momento. De todas formas, su elección en base a la conocida canción infantil nos ha puesto a todos los pelos de punta y ha valido para mostrar lo despiadado y cruel que es el personaje de Negan. 

Gracias a esa víctima poco impactante, la siguiente ha pillado por sorpresa a la mayoría del público. Tras un acto de rebeldía por parte de Daryl, Negan agarraba de nuevo su bate con fuerza y golpeaba la cabeza de uno de los personaje más queridos de la serie: Glenn. Entre lágrimas y con una breve despedida a Maggie, Glenn caía de cara al suelo para ser brutalmente golpeado por Lucille. Es cierto que quienes conocemos la trama de los cómics, sabíamos que Glenn era el elegido, pero teníamos un mínimo de esperanza pensando que los guionistas de la ficción no serían tan fieles.


Pero a Negan no le bastaban un par de muertes para demostrar su lado más sádico y acto seguido se dispuso a torturar psicológicamente a Rick, primero haciendo que recuperara un hacha entre una gran horda de zombies y más tarde obligándole a cortar el brazo a su hijo Carl bajo amenaza de ver morir al resto de sus compañeros en caso de no hacerlo. Al final todo quedó en otro juego de Negan, que dejó marchar a los protagonistas a cambio de convertirse en sus nuevos proveedores.

Parece que "The Walking Dead" ha vuelto a nacer. La serie ha regresado con secuencias desgarradoras, violentas y de gran carga emocional; así como con un cambio de roles: Rick ya no es el líder. La decadencia del grupo está más próxima que nunca ahora que Negan ha entrado en escena. Jeffrey Dean Morgan ha estado sublime en su interpretación del villano. Ningún seguidor de la ficción ha quedado indiferente ante este regreso que ha conseguido mantenerme en tensión desde el primer segundo hasta el final. 

viernes, 21 de octubre de 2016

Me aburre "La Voz"

Acaba de recibir el Premio Ondas como mejor programa de entretenimiento y cada noche supera los 3 millones de espectadores. Pero ni las gracias de los coaches Malú, Melendi, Manuel Carrasco y Alejandro Sanz ni los nuevos talentos han conseguido engancharme a la cuarta temporada de "La Voz". Y es que el talent musical ha terminado por cansarme y me aburre en exceso. Sin embargo, creo que tiene el potencial para resurgir en próximas temporadas. 


Para empezar, las "Audiciones a ciegas" ya no son lo mismo. A los espectadores ya no nos sorprende el hecho de juzgar la voz sin ver a los aspirantes. Con "el telón" intentaron añadir un poco de sorpresa pero se quedó en un vago intento al que recurren en ocasiones contadas. Considero que deberían modificar un poco la realización en esta primera fase del concurso. Una buena opción sería no mostrar previamente al aspirante. Sin vídeo de presentación, sin ponerle un físico, comenzando directamente con sus pasos de entrada al escenario. La atención se centraría así en las caras y expresiones de los coaches, que son los verdaderos protagonistas del show. El momento en el que uno de los coaches aprieta el botón es el momento en el que los espectadores ponen cara al concursante. La identidad se descubre a la vez para todos. 

Otra pausible modificación sería la de desconocer los coaches que se han girado durante la actuación. Ellos podrán pulsar el botón en el momento que consideren, pero el aspirante sólo descubre quien se ha girado al final de su actuación. Eso le añadiría la emoción y la tensión que el concurso ha ido perdiendo a lo largo de las temporadas. 

Además, para próximas ediciones deberían renovar los coaches. Los actuales artistas son bestias televisivas, pero ya nos sabemos cómo intentan convencer a los aspirantes, qué perfiles son sus favoritos...  Sorprendieron con las incorporaciones de Laura Pausini y Manuel Carrasco y deberían seguir arriesgando. ¿Qué tal artistas internacionales? ¿Qué tal un dúo? ¿Qué tal la vocalista de un grupo? Al fin y al cabo, no todos los concursantes que se presentan buscan una carrera en solitario. Mónica Naranjo, Pablo López, Shakira, Alaska, Estopa, Vanesa Martín, Leire de LODVG, Ricky Martin, Dani Martín... Artistas con desparpajo, voces fuera de lo común. La lista es interminable. 


Y por último, deberían realizar un casting mejor que el de la actual edición, en el que ninguna voz ha destacado como lo hicieron en su día Maika o Paco Arrojo. Queremos auténticos vozarrones y queremos que se olviden de una vez por todas del flamenquito. Que al final y al cabo "La Voz" es un formato de música pop y el público de este talent después no compra esos discos. No hay más que ver que han triunfado más los eliminados en las diferentes fases, tanto en la versión adulta como en la infantil. 

OT: El reencuentro

Ya hace 15 años del estreno de Operación Triunfo, un fenómeno social que sacudió tanto la TV como la industria musical del país. El 22 de octubre de 2001 y sin hacer demasiado ruido se estrenó en TVE un formato que cambiaría para siempre la vida de sus protagonistas. 16 jóvenes talentos soñaban con triunfar en la música y su paso por la academia fue seguido por millones de espectadores, llegando a formarse el mayor fenómeno fan de nuestro país. En estos tres documentales, los "triunfitos" (con cariño) se reencuentran. Para también lo hacemos nosotros, sus seguidores, que con los pelos de punta y lágrimas en los ojos recordamos todas y cada una de sus actuaciones como si fuera ayer. 


Nosotros también hemos hecho ese ejercicio de viajar al pasado. Un viaje emocional y mágico. Los concursantes recordaban lo que ellos vivieron, pero también nosotros. Recordamos con quién veíamos las galas, cómo sufríamos con las expulsiones de nuestros concursantes favoritos, cómo esperábamos las colas para sus primeros conciertos y cómo nos dio por imitar alguna de sus actuaciones. También hemos recordado lo pobre que era la realización en TV por aquel entonces y lo hortera que era la moda, pero eso lo dejaré a un lado. "OT: El reencuentro" nos ha recordado que, al igual que los cantantes, nosotros también hemos crecido, madurado y cambiado en los últimos quince años. 

Pero más allá de la nostalgia y la emoción, hay que destacar el formato en sí: el producto de gran calidad que ha creado Gestmusic. No es nada fácil hacer lo que han hecho y los que entendemos de esto lo sabemos. Los documentales podrían haber caído en lo fácil: recuperar algunas imágenes de archivo y mezclarlas con alguna entrevista a "triunfitos". Pero es que la realización, el montaje y la banda sonora están hechas de forma impecable. Han sabido meter el dedo en la llaga, emocionarnos con primeros planos, en una única localización, sin necesidad de grandes efectos. Se respiraba verdad y cariño por aquellos que hicieron grande "Operación Triunfo" en su día. 


Otro de los aciertos ha sido el tratar la cara oculta del concurso. Ver como sus protagonistas relatan la parta negativa, lo que se esconde detrás de las cámaras y los focos, lo que se encontraron al salir de la academia. Cómo tuvieron que madurar a pasos agigantados, cómo perdieron rápidamente la inocencia, cómo llevaron esa fama repentina. En definitiva, los efectos de la extrema popularidad en jóvenes de 20 años. Y lo han hecho con humor, de forma espontánea, entre canciones y recuerdos. A ello han ayudado Noemí Galera y Manu Guix en la primera entrega y lo harán Ángel Llácer y Nina en las próximas. 

Ha sido maravillosos los juegos que han hecho para recordar las coreografías y las canciones que interpretaron cada uno de ellos, mientras nosotros en nuestros salones las reconocíamos y nos lanzábamos a cantarlas al instante. Y de mientras, en la pantalla revivíamos su actuación en 4:3. Espero con ansia el día del concierto porque estoy seguro que todos cantaremos al unísono hasta las notas más bajas. Porque era necesario revivirlo y porque ha sido un auténtico placer para los sentidos. Gracias "Operación Triunfo". Gracias "Gestmusic".

Return to Roanoke: Three days in hell (AHS)

Ryan Murphy quiso jugar con los seguidores de "American Horror Story". No sólo consiguió guardar el secreto de la temática de la nueva temporada sino que también sorprendió con un nuevo formato. Hasta el quinto capítulo se ha narrado la representación de unos hechos terroríficos mientras que sus verdaderos protagonistas iban relatando el terror y la desesperación que vivieron en esa mansión en una especie de falso documental. La crítica aplaudía el riesgo que estaba tomando la serie y los espectadores volvían a recuperar la fe en la ficción. 

Y entonces llegó el sexto capítulo, que ha puesto la serie patas arriba. Tanto el público como la crítica aplauden este nuevo giro porque ha pillado a todos por sorpresa. El capítulo desvelaba que todo lo visto hasta el momento se trataba de una serie llamada "My Roanoke Nightmare". El productor de la ficción, Sidney, ha logrado que la serie sea todo un éxito con grandísimas cifras de audiencia. Por ello, el personaje quiere seguir haciendo negocio y llenarse los bolsillos de dinero. Su idea ahora es dejar la ficción de lado y pasar al puro reality. 

De esta forma, Sidney idea un "Gran Hermano" pero con sustos. Convence a los directivos para volver a la mansión en la que supuestamente ocurrió todo y convence a todos los actores para encerrarse en ella durante las tres noches de luna sangrienta, es decir, en las que los espíritus pueden matar. Así, Shelby, Matt y Lee convivirán junto a los actores que les han interpretado en "My Roanoke Nightmare". Pero la cosa es que entre ellos han sucedido muchas cosas. Shelby y Matt se han divorciado, Audry se ha casado con Rory e incluso Agnes se llegó a creer que su personaje "La Carnicera" era real, llegando a asaltar a los turistas en Hollywood con un cuchillo. Ficción y realidad se ha mezclado para ellos tanto como para nosotros. 


El equipo del programa prepara los ruidos y los efectos en la mansión con el objetivo de asustar a los actores durante su convivencia, pero cosas extrañas comienzas a ocurrir en ese lugar. Al final del capítulo, Rory muere a manos de los fantasmas de las dos enfermeras. Y sabemos que no será el único, porque se nos da a conocer que únicamente uno de los habitantes saldrá con vida de la casa. 

¿Qué ocurrirá en los próximos capítulos? No me atrevo a adelantar nada, ya que el propio Ryan Murphy ha afirmado que en el décimo capítulo tendremos un nuevo giro de tuerca que nos volverá locos. De momento me fascina que la temática de la sexta temporada no sea la colonia perdida de Roanoke como todos creíamos, sino que es la telerrealidad. Es interesantísimo lo metarreferencial que se está volviendo y parece que el productor Sidney puede ir mucho más allá que Quinn en "Unreal". Si sigue así, esta temporada puede convertirse en mi favorita por delante de las maravillosas "Murder House" y "Asylum". 

miércoles, 5 de octubre de 2016

Balance 2T "Fear The Walking Dead"

Hace unos días que se despidió la segunda temporada de "Fear The Walking Dead" y lo hizo sin pena ni gloria. A su excesiva lentitud le tenemos que añadir el flojísimo y conveniente guion lleno de casualidades y la estúpida evolución de los personajes para justificar ciertos giros. A pesar de la muerte protagonista con la que nos han intentado sorprender en el doble capítulo final, la ficción se ha marchado sin hacer ruido y haciendo que todo nos suene a repetido, lento y falto de tensión.


Bien es cierto que la serie se ha desarrollado en espacios que suscitaban mucho interés: en un barco en plena mar, en un hotel playero y en una colonia. A través de estos lugares han podido plantear el dilema de qué hacer con la gente que amenaza la convivencia y la seguridad del grupo; y qué hacer antes las personas que son capaces de todo para conseguir lo que necesitan. Pero no lo han sabido explotar. De la trama del barco se olvidaron demasiado pronto y hubiese sido muy interesante ver un conflicto naval con otra embarcación o qué ocurriría si hubiesen dejado subir a su barco a los supervivientes que se encontraban flotando a la deriva. La idea de ir utilizando las habitaciones y pisos del hotel para ir creando pasillos que condujeran a los zombies al exterior fue sublime, así como la de encender su gigantesco y luminoso letrero y atraer a los supervivientes de los alrededores, pero ahí quedó todo el interés. Y de la colonia casi que ni hablamos, porque lo interesante no eran sus habitantes sino la banda mexicana que les atemorizaba.

Pero no todo ha sido malo. Madison y Alicia se han consolidado como las auténticas protagonistas de la serie. Ambas han demostrado ser mujeres valientes a las que no les tiembla el pulso a la hora de defender a su familia. Son capaces de poner en peligro la seguridad y estabilidad de todo un grupo y de matar a quien haga falta. Personajes así son los que nos gustan. Y otra de las decisiones que más me ha gustado ha sido la de matar a Chris en flashbacks. La trama de su marcha con los chicos estadounidenses había hecho que me acabara hartando de la actitud de un personaje al que ya no soportaba más, por lo que he disfrutado cuando es asesinado por aquellos en los que confió. Además que eso ha provocado una de las mejores secuencias de la temporada: el brote de locura de Travis, al que tampoco soporto. 

El final de temporada ha dejado las cosas muy abiertas, con los personajes muy divididos y su futuro incierto. Aunque está claro que se acabarán encontrando en la frontera o en el campo de refugiados. Todavía tienen la oportunidad de despegarse y diferenciarse por completo de "The Walking Dead", así que por favor, queridos guionistas, aprovéchense del juego con la frontera entre Estados Unidos y México y olvídense de repetir aquello que ha funcionado en la serie madre. Arriésguense y solo recurran a ella si es para mostrar el ataque de una horda zombie que verdaderamente ponga en tensión al espectador, que en esta serie se echa de menos. 

sábado, 17 de septiembre de 2016

AHS: My Roanoke Nightmare

Ryan Murphy ha conseguido guardar el secreto. Ha logrado llegar a la fecha de estreno de la sexta temporada de "American Horror Story" sin una sola filtración que revele su nueva temática. El secreto de su argumento, ambientación y reparto se ha mantenido hasta el día de emisión para jugar a través del factor sorpresa y sorprender tanto a crítica como a seguidores. En un tiempo en el que no resulta nada fácil frenar las filtraciones, da gusto experimentar una pieza audiovisual con la mirada limpia.

Superado el shock de los primeros minutos de visionado y después de confesar que me han cogido absolutamente por sorpresa, he de decir que el nuevo formato de la serie ha funcionado. Durante meses han jugado con el deseo de saber, con la curiosidad de enterarse de aquello que no conoces, relacionado en parte con lo que les ocurre a la pareja protagonista. Después de un par de temporadas que no han gustado al público por su repetida fórmula, han decidido que debían renovarse o morir.  Y se han arriesgado y les ha funcionado.


"My Roanoke Nightmare", subtítulo de la temporada, arranca con un rótulo de "basado en hechos reales" para después jugar con el falso documental. Y es que esta temporada no sólo nos trae una nueva temática, sino también una nueva forma de relatarla. A la ausencia de la cabecera que caracteriza a la antología se le suma la narración como falso documental, en el que unos actores cuentan cómo sufrieron la historia y otros reconstruyen el relato. Así han conseguido que se acentúe la parte psicológica y que la trama se centre más en el terror. 

Esta temporada sigue al matrimonio formado por Matt y Shelby, que cuando él es agredido y ella sufre un aborto deciden mudarse a una casa colonial en mitad del bosque con el objetivo de tener una vida mucho más tranquila alejada de la civilización. Pero pronto comienzan a suceder cosas extrañas que anuncian el terror que se les avecina. Su historia se desarrolla en el presente, aunque el misterio tiene que ver con la desaparición de 117 personas en una colonia de Carolina del Norte en 1590, la cual aún no tiene respuesta y la única pista fue una inscripción en un árbol: Croatoan. Probablemente nos presentarán una trama paralela, entrelazando el presente con esa desaparición del siglo XVI. 


Otro de los contrastes de este comienzo ha sido el de no presentar a todos los personajes desde el primer capítulo. De hecho, únicamente conocemos a la pareja protagonista y a la hermana de él. Esto ayuda a empatizar con ellos y corrige uno de los puntos flacos de la ficción: la multitud de personajes innecesarios que conllevan tramas que acaban por estropear la trama principal de la temporada. Tiene pinta de que van a usar el reparto con cuentagotas, algo que me parece muy inteligente. No hace falta utilizar todo el arsenal de golpe. 

Para mi, un muy buen inicio. Original y renovado. Vuelve al terror, misterio y suspense. Veremos lo que da de si la colonia fantasma y si el buen ritmo del primer capítulo se mantiene durante el resto de temporada. Aún así, he echado de menos la esencia de AHS: la cabecera, la música tétrica, el juego de planos y luces, la fotografía... 

lunes, 22 de agosto de 2016

STRANGER THINGS

Vengo a sumarme a los que ya han coronado a "Stranger Things" como la serie del verano. Y no es para menos. Este homenaje a los clásicos misterios sobrenaturales de los 80 ha enamorado a público y a crítica y ya se pide a voces una segunda temporada igual de sublime. 

"Stranger things" es la historia de un niño que una noche desaparece sin dejar ningún rastro. Sus amigos, familiares y vecinos del pueblo comienzan una desesperada búsqueda que acaba en un enigma extraordinario: experimentos estatales ultrasecretos, fuerzas paranormales terroríficas y una niña muy, muy rara.

La serie de ciencia ficción, suspense y horror es un tremendo homenaje a las películas de misterio, aventura y terror de los años 80. Nos recuerda a "Los Gonnies", a "E.T.", a "Expediente X"... e incluso a "Super 8". Con su cuidada ambientación, consigue que los espectadores regresen enteramente a esa época y para los nostálgicos eso es una apuesta segura. Además, me ha encantado el desarrollo de la trama, con un inicio muy bien planteado y un final redondo. Estamos acostumbrados a que las series pequen de pretenciosas y nos presenten finales que no acaban de agradar al público porque no dan lo que prometían. Pero en tan solo 8 capítulos "Stranger things" sabe acabar en el punto exacto y justo de emoción, de satisfacción, de misterio, de esperanza. 

Los personajes son otro de los puntos fuertes de la ficción de Netflix. Están muy bien creados y desarrollados, con personalidades muy diferentes y muy marcadas. Todos ellos acaban llegando a nuestro corazón. Sigo sorprendido por la madurez que muestran los personajes sin importar su edad, especialmente los niños. Y es que han conseguido crear una trama adulta y seria protagonizada en su mayor parte por niños, que resultan creíbles y auténticos, uno de los puntos que fracasan en otras ficciones. Vivimos una historia a través de varias generaciones en las que no sobra ni un solo personaje porque todos tienen su cometido. Y si me tengo que quedar con alguno, hago mención especial a Winona Ryder, que merece todos los premios del mundo por su interpretación de madre luchadora y desesperada. 


Todo lo que rodea a la trama es perfecto: la cinematografía, la estética, los créditos, las referencias, las transiciones, el ritmo, el dinamismo... pero sobre todo la banda sonora y la ambientación. La música siempre está acertada y a buen volumen y con la ambientación se han coronado. El ambiente oscuro y de suspense conseguido por ambas cosas de verdad que consiguen despertar la nostalgia.

Y si hay algo con lo que me quedo es con esa idea de apoyo y amistad que se vende en la trama. Will siempre estuvo vivo por el constante apoyo y lucha de su madre y amigos por encontrarlo. Siempre estuvo con ellos, en su cabeza, en sus corazones, en esa idea de que sigue vivo. Y sin embargo, Bárbara estaba muerta porque Nancy se olvidó de ella mucho antes de que desapareciera. No me digáis que no es una muy buena representación.


"Stranger things" ha sido maravillosa de principio a fin. Ha sabido combinar a la perfección todos los elementos para hacer una de las mejores series de la televisión actual. Es una ficción en la que solo hacen falta unos minutos para engancharse. Es una obra maestra de la ciencia ficción y la nostalgia de los años 80. Es, simplemente perfecta. 

Eso lo hago yo

Tras más de un año en la nevera La Sexta por fin se ha atrevido a estrenar "Eso lo hago yo", el talent show multidisplinar de superación en el que 10 concursantes luchan por convertirse en el artista más completo de España bajo la atenta mirada del jurado formado por David Bustamante, Silvia Abril y Giorgio Aresu.

En este talent de éxito mundial los participantes eligen el tipo de actuación que desean exhibir entre un número limitado de opciones. Esas actuaciones pueden ser tanto en solitario como a dúo o en trío y las presentan en plató tanto artistas nacionales como internacionales. Creo que es la primera vez que en televisión se exhiben disciplinas relacionadas con el mundo del espectáculo que dejan a un lado el protagonismo del canto y del baile y apoya los números acrobáticos tanto con aros como como telas e incluso bicicletas; números de sombras o de cambio de vestuario; etc. Verlas de mano de campeones mundiales y de artistas consagrados es todo un lujo. 

Los concursantes aceptan todos esos retos con muchas ganas y cada semana se someten a intensas sesiones de entrenamiento con esos profesionales. Están logrando realizar grandes actuaciones y además son participantes que entran al juego tanto con el jurado como con el presentador y entre ellos, y eso es algo que se agradece. Cabe decir que en el formato original los concursantes son celebridades por lo que era todo un riesgo el apostar por anónimos en la adaptación española.

Por ello podía suceder que el talent recordara en exceso a otros como "Tú si que vales" o "Got Talent", pero en ningún momento ha dado esa sensación. Y es que en "Eso lo hago yo" van al grano. No se dan rodeos. Saben que el tiempo en televisión es oro. El protagonismo se lo llevan las actuaciones y las valoraciones duran el tiempo necesario. Es un formato de entretenimiento inteligente con números muy visuales y arriesgados con gran esfuerzo detrás. Otros programas como los nombrados dan más importancia al juego del jurado y la mayoría de actuaciones dejan mucho que desear. 


Si algo me falla en "Eso lo hago yo" es la mecánica. Cuatro programas me parecen insuficientes para poder ver y valorar la evolución de unos artistas que se enfrentan a habilidades que no controlan. Además, creo que en todo concurso debe quedar clara la forma de nominación y expulsión y aquí tan pronto te echan a dos como a uno o ninguno. Y el jurado es algo que también se podía haber mejorado, ya que Silvia Abril hace valoraciones mejores que las que hacen Bustamante y el "quiero pero no puedo ser Risto" de Aresu. 

miércoles, 13 de julio de 2016

Maraton Man

Parece que con esto de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos la televisión apuesta por programas deportivos. Unas veces aciertan y otras no. Y con "Maraton Man" han dado en el clavo. ¿Qué podría aportar un programa centrado en el running? Pues nada pensaba yo. Pero es que el programa va más allá. No importa el correr. Importa quienes corren, con qué finalidad, dónde lo hacen. #0 ha vuelto a presentar un programa diferente, atractivo, de los que dan que hablar. Y eso es muy bueno para un canal que acaba de nacer.


Lo que hace el programa es tomar a la figura del runner como protagonista y utilizarlo para conmovernos con historias humanas y mostrarnos los entornos en los que se dan las maratones. El encargado de ponerse las zapatillas en este programa es Raúl Gómez, un showman con más de 10 años de experiencia televisiva a sus espaldas y que hasta ahora no me había acabado de gustar. Aquí se le ve en su salsa. Corre, viaja y conoce gente. Algo que a él le entusiasma y logra que el público lo note. Es un conductor distinto, inquieto, sorprendente, imprevisible. 

Es también un programa de viajes, en el que Raúl Gómez viaja buscando las carreras más duras, extremas o curiosas de ver y participar. De hecho, en el primer capítulo, el runner se traslada hasta Kenia, donde entrenan los mejores maratonianos del planeta. Allí conoce a corredores olímpicos, entrenadores españoles y a la pareja que tras superar varias enfermedades organiza la maratón contra el sida. ¡Hasta entrevista a la abuela de Obama! Todo antes de calzarse las zapatillas y ponerse a correr junto a niños que corren para poder comer y no por disfrute, junto a vertederos en los que la gente toma comida y objetos que realmente necesitan... Corre hasta emocionar al espectador. 

"Maraton Man" combina diferentes elementos. La mezcla del tono cómico y desenfadado con lo emocional de las historias humanas logra un gran resultado: un programa fresco, compacto, pasional, divertido, vital y necesario. Además se aprovecha de la moda del running y las carreras y de las tecnologías y cámaras GoPro para conocer en todo momento lo que piensa y hace Raúl. 

El programa enternece sin la necesidad de falsear, simplemente mostrando la realidad. Cada meta que piensa el corredor es un paso más hacia la transmisión de los valores que todos deberíamos tener y muy pocas veces mostramos. 

Desafío 2016

Quién me iba a decir a mi que el deporte en televisión me acabaría gustando. Quizá sea por la forma en la que me han vendido el formato y por la época estival en la que nos encontramos, sino no entiendo que es lo que me llama la atención de "Desafío 2016". En el concurso emitido por TVE 14 jóvenes se enfrentan a desafíos centrados en los valores del deporte. 

No es de extrañar que RTVE apueste por un programa de este tipo en pleno año olímpico. La exgimnasta Almudena Cid y el expiloto de Fórmula 1 Jaime Alguersuari son los mentores en esta especie de gymkhana a lo bestia en la que los concursantes, por parejas mixtas, van compitiendo y eliminándose en diferentes pruebas y desafíos en los que deben demostrar sus capacidades físicas y mentales.


Me gusta porque me recuerda bastante a "Pekín Express", aunque este está mucho más centrado en el deporte y no tanto en la cultura y en conocer el país en cuestión. Los concursantes se van enfrentando en pruebas para poder librarse de la última fase, en la que un último desafío dictamina su continuidad en el concurso. Siendo sinceros, las pruebas se ven duras pero gustan. Hasta yo me animaría a probarlas sin saber si podría resistirlas. Además, son pruebas nunca antes vistas en televisión: escalar presas de agua, empujar un coche por un circuito, trepar y cargar por canteras de arena, carreras en la oscuridad...

También hay hueco para otras típicas como el lanzamiento de jabalinas, las dominadas, el tiro con arco o las pesas y otras que guardan más relación con la cultura sobre el deporte y la estrategia. Todas ellas pensadas para medir la fuerza, el liderazgo, la capacidad de resistencia, la voluntad, el compañerismo y la valentía. Es decir, los valores que forman parte del deporte. La prueba en la que los concursantes tienen que elegir a otro compañero para que realicen la prueba de expulsión por ellos ha sido la mejor pensada. Aunque también hay quienes deciden no delegar y hacerla ellos, muriendo con las botas puestas. 

Las imágenes del programa son brutales y al estar grabado íntegramente en exteriores como bosques, valles y lagos los juegos con los drones son muy interesantes. También están muy bien las explicaciones creadas por ordenador. Si algo me chirría es la voz en off y la pareja de mentores. No les veo metidos en sus papeles. Entiendo que quisieran poner a deportistas, pero presentadoras como Ainhoa Arbizu lo hubieran hecho mejor. Lo que si que me gusta de Almudena Cid son sus lágrimas cada vez que una pareja es expulsada o cuando ve un gesto de compañerismo. Es un apoyo constante para los participantes. 


"Desafío 2016" es una buena opción para esas noches de verano en las que las parrillas están ausentes de nuevos contenidos. Quizá con un poco más de promoción el programa lo vería más gente. También si lo echaran a una hora más temprana, ejem. Por lo menos han estado listo en atraer al público joven con todos los concursantes de 20 años y pagando a Youtubers para que promocionen el programa en sus respectivos canales. 

martes, 12 de julio de 2016

Scream

El pasado verano la cadena MTV estrenó la adaptación televisiva de "Scream". La ficción de terror y drama contentó tanto a público como a cadena y este verano estamos siendo testigos de nuevos asesinatos en su segunda temporada.

En la primera temporada, el grupo de adolescentes protagonista estuvo en el foco de mira de un asesino que, inspirándose en una matanza ocurrida años atrás, continuó persiguiendo a los habitantes del lugar. Emma Duval, una de estos jóvenes, comenzó a recibir extrañas llamadas del asesino y pistas sobre quienes podían ser sus próximas víctimas, así como información sobre su madre, que guardaba una conexión directa con la ola de asesinatos ocurrida en el pasado. 

Muchos me dirán que cómo puedo ver esto. Pues oye, me ha enganchado más que otras superproducciones. Es una serie de consumo rápido, una distracción inofensiva y un buen plan para esas noches de verano en las que las cadenas de televisión no ofrecen nada. Que si. Que los actores son muy malos, que está repleta de clichés y de guiños a películas de Hollywood, hay situaciones absurdas y una historia se secretos y venganzas de telenovela... Vamos, todo un slasher. Pero si uno ya sabe lo que se sienta a ver, ¿por qué después lo va a criticar?

Que a mi me ha gustado porque han sabido adaptar las películas a una serie de televisión. Por cómo han incorporado en las tramas los gadgets actuales o temas como el ciberacoso. Por presentar algunas escenas muy gores y muertes muy violentas para mi gusto. Porque los personajes han hecho que me olvide de que están ahí por su cara bonita y me han llegado a gustar (es el caso de Brooke).


Si en la primera temporada estaba muy cerca de conocer la identidad del asesino, a mitad de la segunda admito que no tengo ni la menor idea. Estaba claro que a lo que conducían los hechos era a pensar que el asesino era el hermanastro de Emma, fruto de la relación que su madre tuvo con el asesino de años atrás. Pero en ningún momento se me pasó por la cabeza pensar que podía ser chica, es decir, una hermanastra. Y así resultó ser. Piper se quitaba la careta para dejarme totalmente desconcertado. Había descartado a su personaje en el momento en el que el asesino le atacó junto a Will. Y de ahí nace la trama de esta segunda temporada. El nuevo asesino/a conoce la identidad de ese cómplice y está dispuesto a vengarse. 

¿Quién ayudó a Piper en los asesinatos? Ya nos están dando muchas pistas y nuevamente volvemos a sospechar de todos. Y ahora que los personajes son conocidos en la ciudad y guardan algún que otro trauma por lo que vivieron, no descarto a nadie. Que continúe el misterio, la sangre y las mentiras. 

domingo, 10 de julio de 2016

Paquita Salas

La forma de ver televisión ha cambiado. Ya es todo un hecho y por ello han surgido numerosas plataformas para los nuevos consumos. Entre ellas Flooxer del grupo Atresmedia, que se ha visto "obligada" a estrenar el primer capítulo de "Paquita Salas" por aclamación popular. La webserie ya ha conquistado el corazón del público y de la crítica a falta del visionado del resto de capítulos que llegarán en septiembre. 

28 minutos has bastado para poner patas arriba la ficción nacional. Ya son muchos los que hablan de un antes y un después tras ver como "Paquita Salas" se sale de los cánones convencionales. Sus creadores Javier Calvo y Javier Ambrossi nos han traído una serie fresca y rupturista. Aprovecho para destacar el trabajo de esta pareja que no se queda de brazos cruzados y se lanza a una nueva producción tras "La Llamada", obra teatral que por cierto tengo muchísimas ganas de ver. 

La serie nos muestra a Paquita, una representante de artistas que nos mete de lleno en el mundo de la farándula. A través de su agencia de representación se habla de cine y televisión, de lo que se cuece detrás. Ella es una mujer mal educada, mal hablada, hortera, "hijaputa", directa, tenaz, agasajadora, de buen corazón, divertida, currante y amable. Y está interpretada por un gran desconocido: Brays Efe, que sabe llenar el espacio, mantener en alto cada minuto y bordar un papel muy arriesgado. Puede que esta sea su gran oportunidad para demostrar su talento al mundo y que le lluevan las ofertas.

A parte del personaje protagonista, la serie tiene pequeños detalles por los que marca la diferencia. Está rodada en clave de falso documental, tiene cameos imprevisibles, jerga televisiva y guiños a famosos, movimientos de cámara a los que no estamos acostumbrados, gran variedad de planos y una duración perfecta. Es un producto ágil que si por algo me ha gustado es por las canciones que entran en el segundo perfecto añadiendo dramatismo y por un final de episodio bastante potente. 


Ahora nos queda esperar hasta septiembre para ver el resto de episodios y confirmar a "Paquita Salas" como otra joya de la ficción española, que estoy seguro que será así. 

lunes, 27 de junio de 2016

Vientos de invierno (Game of thrones)

Era muy difícil superar el episodio anterior pero "Game of thrones" lo ha vuelto a hacer. El capítulo más largo de la serie ha superado las expectativas. "Vientos de invierno" ha estado perfectamente ejecutado y la ambientación musical ha tenido una especial importancia. Las tramas se han desarrollado con gran cuidado y ritmo y los actores han estado soberbios. No me equivoco si digo que nos encontramos ante el mejor episodio de toda la serie. 

Cersei ha sido una de las protagonistas del capítulo. La Montaña se encarga de resguardarla junto a su hijo Tommen mientras ella utiliza el fuego valyrio para estallar el Septo Baelor, en el que se encontraban el Gorrión Supremo y la Fe,  Margaery, Loras y Mace Tyrell; e incluso manda asesinar al gran Maestre Pycelle. Tras los acontecimientos, el rey Tommen se suicida y Cersei se proclama reina de Poniente. Ahora que sus tres hijos han fallecido, sabe que ella será la siguiente y la profecía decía que sería asesinada por un hermano menor de su familia o de otra familia. ¿Arya?


No sería raro pensar que se trata de ella viendo la forma en la que se ha cargado a Walder Frey, otro de los que se encontraban en la lista de la pequeña Stark. Una joven desconocida le lleva un pastel de carne que resulta estar cocinado con los hijos de Walder Frey, y en mitad de la nausea, Arya desvela su verdadera identidad y degüella al hombre que asesinó a su madre y a su hermano en la famosa Boda Roja. Ya es toda una asesina. 

Por otro lado, Daenerys nombra mano del rey a Tyrion y deja a Daario al mando de Meeren. Y además de contar con los navíos de Yara y Theon Greyjoy, ahora la Targaryen tiene nuevos aliados: Varys ha conseguido unir a Ellaria Sand y a las serpientes de arena de Dorne y a Lady Ollena que busca vengar la muerte de su familia Tully. Parece que Tyrion va a tener que escoger entre Cersei o la khaleesi. Si finalmente se decanta por esta última y mata a su hermana, la profecía se habría cumplido y todo encajaría. 


Y por último se encuentra la trama de Jon Nieve. Además de que por fin se descubre gracias a una de las visiones de Bran su verdadera identidad, hijo de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen, Jon ha conseguido convencer a los norteños y convertirse en el nuevo Rey en el Norte ahora que el invierno ya ha llegado. Eso sí, lo ha hecho gracias Sansa Stark y a Lyanna Mormont que me declaro fan total de ella. A su vez, Sam llega a la gigantesca biblioteca de Antigua en la que se supone que se formará como gran Maestre y Melisandre ha sido expulsada de Invernalia por el asesinato de la pequeña Shireen.


Ahora bien, con Jon al mando en el Norte, con Cersei en el Trono de Hierro, con Arya convertida en una auténtica asesina, con los Caminantes Blancos al acecho y con la impresionante flota y dragones Targaryen rumbo a Poniente, "Juego de tronos" está muy cerca del final. 

jueves, 23 de junio de 2016

La Marea Amarilla

Ayer se despidió una de las mejores series que se han hecho en España. Y lo hizo por la puerta de atrás, porque la audiencia no era la esperada para una serie de tal calidad, a pesar de que "Vis a Vis" triunfa en diferido y en audiencia social, mediciones que en el contexto actual se han vuelto más importantes que la tradicional. Pero seguimos apalancados en el pasado. Hubiese sido un perfecto final de temporada, pero que no nos engañen, esto no es un final digno. 


Merecemos saber cómo termina todo. Al final ni Valbuena ni Sandoval pagarán por lo hecho. Y desconocemos cómo le irá al doctor al frente de Cruz del Sur. El tercer grado de Rizos, la venganza de Anabel, el embarazo de Saray, la salud de Sole o el coma de Zulema tampoco tienen respuesta. ¿Y qué hay de las relaciones Fabio-Maca-Rizos-Saray? Con el capítulo de ayer terminaba rápido y mal un producto de calidad sin parangón en el panorama televisivo actual. ¿Qué les costaba hacer una temporada final de seis capítulos? 

Pero vamos a quedarnos con lo bueno, con una serie atrevida y arriesgada y con admiración a los creadores y al elenco de actores y actrices. Nos regalaron un final tenso, trepidante y poético en el que pudimos disfrutar de los puntos fuertes de la serie: el poder de los personajes femeninos, una fotografía y una iluminación muy cuidada, juegos con el montaje y una narrativa que rompe la linealidad, las transiciones que elevan la ficción a otro lenguaje, una banda sonora sublime, tramas que llevaban a los personajes al límite y secuencias duras y difíciles de ver. Pero la marea amarilla las soportábamos, porque sabíamos lo que estábamos viendo. Y al que no le guste, que ni se asome.


Que los personajes han sido el elemento más importante de la serie es algo obvio y conscientes de ello, los guionistas centraron el capítulo final con sus dos personajes de mayor voltaje: Macarena y Zulema. Han logrado dar un cierre coherente a la evolución de los personajes, sobre todo en lo que respecta a su viaje emocional y personal. Macarena comenzó siendo un frágil pajarillo con el que todo el mundo se metía en su llegada a la cárcel y acaba la serie convertida en la "malota" que lo maneja todo a su antojo. Madre mía Maggie Civantos que bien lo has hecho hija. Espero que te lluevan las ofertas de aquí en adelante. 

Y por otro lado la maravillosa Najwa Nimri y su Zulema. Porque es suyo ese personaje. Diosa. En la secuencia en la que Maca consigue inmovilizar a Zulema y la tortura inyectándole aire en las venas Najwa se sale. Creo que carece de sentido mantener a su personaje con vida una vez conocida la cancelación de la serie y que su trama debería haber concluído cuando se desploma al suelo consciente de su destino. Ese era su final y nos debemos quedar con el. Su monólogo final a cámara sobre la vida y la muerte es lo mejor escrito de toda la serie. Ese era su final y nos debemos quedar con el. Su interpretación con ese exquisito guiño y la frase "Sólo muere quien es olvidado y yo creo que a mí me van a recordar" me remató. Nadie olvidará ni a su personaje ni lo que ha hecho esta serie por la ficción nacional. 


Que me duele que la serie se haya despedido de nosotros pero me alegro porque se va con la cabeza bien alta. Es lo mejor para todos. Así no la alargarán excesivamente, ni tendremos que quedarnos hasta las 2 de la mañana para ver cada capítulo, ni veremos cómo se van marchando los protagonistas uno a uno. Que como he podido leer en Bluper, "Vis a Vis ha decidido pegarse un tiro y morir cuando todavía hay quien la puede llorar y recordar". 

lunes, 20 de junio de 2016

La batalla de los bastardos (Game of thrones)

Sabemos que el noveno capítulo de cada temporada es el mejor. Pero con el 6x09 "Game of thrones" nos ha regalado el mejor capítulo de toda la historia de la TV. De hecho, HBO apostaba tan fuerte por este episodio que lo presentó a los premios Emmy en las categorías de mejor guion y mejor dirección. Gigantes, dragones, batallas, venganzas, muertes y mujeres al poder. Este ha sido un capítulo que los seguidores de "Juego de tronos" no olvidaremos jamás porque ha supuesto un punto de inflexión y el principio de la gran batalla final por el famoso trono de hierro.


A pesar de que el capítulo se centra en la contienda entre el ejército de Ramsay Bolton y el que han reunido Jon Snow y Sansa Stark por el control de Invernalia, Khaleesi también ha tenido un pequeño hueco en este episodio, y me atrevería a decir que han sido sus mejores secuencias. Daenerys Targaryen se sube a lomos de sus dragones para vengarse de los Grandes Amos que rompieron el pacto de no agresión y que se habían aprovechado de la desaparición de esta para reconquistar Mereen. Y no sólo demuestra su fuerza en el aire, sino también en tierra con el maestro de la estrategia Tyrion y con su ejército de Inmaculados contra los Hijos de la Arpía. Más tarde, Daenerys llega a un pacto con los herederos de las Islas de Hierro: Theon y Yara. Por fin un pacto entre mujeres a través del cual las féminas toman el poder y ponen ya rumbo a Poniente gracias a los barcos de los Greyjoy. 

Y paso ahora a alabar la gran batalla que hemos presenciado en este capítulo. La televisión le ha dado una gran lección al cine. El nivel técnico es altísimo e impensable años atrás. Los actores están soberbios. Los giros argumentales son inteligentes. Para nada veía venir la muerte de otro Stark. Antes de dar comienzo a la batalla, Ramsay propone a Rickon un juego. Debe correr a reencontrarse con su hermano Jon Snow. Parece que el joven Rickon iba a lograr llegar a su hermano pero las flechas que Ramsay le lanza le alcanzan en el último instante en una de las muertes más horrorosas de la serie. Parece que la locura del bastardo de los Bolton no tiene límites. 


Ante esto, Jon Snow se llena de ira y comienza él solo la esperada gran batalla entre bastardos, dejando sin liderazgo a su tropa. La cámara sigue continuamente a Jon y muchas veces me perdía y desconocía quien iba ganando la batalla. El ejército de Ramsay avanza incluso causando bajas en sus propias filas produciendo así una sangrienta matanza. Pero cuando todo parece perdido aparecen Sansa y Meñique con el ejército de Aguasdulces y se imponen al enorme ejército de Ramsay, que huye a esconderse en Invernalia. Pero la cosa no iba a quedar ahí. El gigante salvaje rompe la puerta del castillo y da su vida por conseguir que Jon se enfrente cara a cara a Ramsay. Como era de esperar, Jon destroza a puñetazos la cara de su rival y le encierra en la cárcel. 

A pesar de todos estos acontecimientos, no es Jon Nieve el protagonista de la guerra, sino Sansa Stark, otra mujer que ha aprendido a jugar al juego de tronos.  Gracias a sus acuerdos con las otras casas del norte consiguen ganar al ejército de Ramsay. Finalmente, se presenta en la celda en la que se encuentra Ramsay y deja salir a sus perros. Él se pensaba que le iban a ser fieles, pero después de tenerles tanto tiempo sin comer, se lanzan a su dueño, le devoran y le causan una brutal muerte. La sonrisa final de Sansa era la sonrisa de todos los espectadores.

Y después de esto, ¿qué nos tienen preparado para el final de temporada? Miedo me da. 

sábado, 18 de junio de 2016

Wayward Pines ya no es lo mismo

"Wayward Pines" estaba pensada para una única temporada, aquella en la que nos llenaron de angustia, intriga y misterio. Uno de los giros de la trama reveló que la ciudad no estaba reclutando a los habitantes sino que los estaba salvaguardando como la única esperanza para el futuro de la humanidad. La ciudad era un búnker de criogénesis que luchaba por sobrevivir ante la amenaza de las bestias que vivían fuera de los muros de ella. Ethan Burke fue el personaje principal de la primera temporada y junto a él descubrimos la organización totalitaria de la comunidad y asistimos a una rebelión.

Fue una temporada decente para una serie aceptable. Sin ninguna sorpresa la serie se despidió anunciando su no renovación y meses más tarde se comunicó la futura emisión de una segunda tanda de episodios. Una que llegaba ya con desconfianza por mi parte, porque no entendía en que se iba a centrar esta temporada si todo se había cerrado en la anterior. 

Pues bien, tras la muerte de Burke la vida sigue su curso en Wayward Pines con los habitantes aislados y su hijo fuera de las fronteras de la ciudad. La comunidad ya ha empezado a estudiar el comportamiento y organismo de los "abbies". Parece que estas aberraciones de la naturaleza han evolucionado y ahora se muestran mucho más inteligentes. El joven Ben Burke no ha logrado sobrevivir a la brutalidad de estas criaturas. No entiendo la prematura muerte de este personaje porque considero que podría haber dado mucho más juego y en cambio parece que los guionistas no quieren perder el tiempo con tramas predecibles y personajes de la primera temporada y han decidido quitárselos de en medio. Lo mismo ocurrió con Kate. 

Han preferido introducir nuevos interrogantes y nuevos personajes que para mi han acabado por destruir la serie. El protagonista, el médico Theo Yedlin, carece de interés desde el momento en el que le despertaron para salvar la vida de la mujer del líder de la primera generación: Jason. Si con Ethan Burke descubríamos los misterios de la ciudad, parece que con Theo pretenden que nos cuestionemos el comportamiento y la misión de la comunidad. El resto de minutos los llenan de clichés genéricos de cómo se organiza una sociedad en una distopía postapocalíptica. Nada nuevo.


El regreso de la serie se enfrentaba a un problema: la ausencia de misterio. Ese era el manto que cubría la serie y por el que había gustado, y ahora con él se va buena parte del interés. Ya no consiguen descolocar al espectador, la historia no engancha, cae una y otra vez en el mismo círculo, no sabe avanzar sin la necesidad de repetir la misma fórmula. Auf Wiedersehen "Wayward Pines".

jueves, 16 de junio de 2016

Showrunners en estado puro

El campo de la producción televisiva es un terreno bastante vehemente y pasional en el que la competitividad se presenta al máximo exponente y "Unreal" es una de esas ficciones en las que se representan los niveles de dureza a los que se pueden llegar cuando desempeñas esa labor. En su segunda temporada, la serie sigue mostrando a Quinn y a Rachel manejando todo a su antojo para sacar adelante una nueva edición del programa "Everlasting". El dinero y la audiencia son los que mandan y estás dispuestas a hacer lo que haga falta para que los espectadores tengamos un buen espectáculo televisivo. 


"Unreal" se ha atrevido a poner como protagonista de la conquista a un soltero de color, algo inédito en el programa en el que se basa, "The Bachelor". Recordemos que el objetivo de este programa es que un soltero de oro elija a la mujer de su vida entre decenas de candidatas. Si en la anterior temporada tuvieron conflictos con las drogas, dudas sobre la sexualidad, un suicidio delante de las cámaras e incluso una novia a la fuga, en esta nueva temporada las protagonistas Quinn y Rachel, ahora showrunner del programa, tienen que ser implacables y malas personas para conseguir no bajar el listón. 

La serie tampoco podía dejar que bajara su gran nivel y en la primera escena de la temporada nos encontramos con las productoras seduciendo a los ejecutivos con cocaína, alcohol y prostitutas. Una vez firmado el contrato para una nueva temporada, comienza la búsqueda de pretendientas, entre las que se encuentra una musulmana a la que venden como terrorista. No me digáis que la serie no pisa fuerte, eh. Con todo el casting preparado para el inicio de la grabación, la pareja Rachel-Quinn descubre que Chet ha vuelto para recuperar el programa que él creó y así comienza una guerra entre ellos por hacerse con el control de "Everlasting". Una guerra en la que no hay aliados y en la que tendrán que ceder a partes iguales si quieren que el programa cumpla con las fechas marcadas. 


Pero Rachel y Quinn no se van dejar pisar tan fácilmente y seguirán igual de manipuladoras y autodestructivas. A pesar de su maldad, son personajes de los que resulta imposible no enamorarse. Son perfectas. Sobre todo Rachel. Esa mujer emocionalmente desequilibrada y ebria de fama y poder. Su inestabilidad y sensibilidad es lo que hace que los espectadores veamos que detrás de ese monstruo despiadado se esconde una persona que siente como nosotros.

En definitiva, "Unreal" es digna de alabar. Hay escenas y diálogos para escandalizar y para enganchar al público. No existe nada que sobre, todo está aprovechado y llevado con buen ritmo. Muchos son los que dicen que la ficciones meta-televisivas no agradan al público, pero yo creo que no hay serie mas estimulante que esta, con dos guionistas denunciado la bazofia que se hace de vez en cuando en el mismo medio.

lunes, 6 de junio de 2016

Merlí

La televisión siempre ha querido mostrar la vida de los estudiantes: los primeros amores, las dudas sobre su futuro, la relación con sus padres... pero siempre lo ha hecho potenciando los clichés. Pensando en encontrarme con la versión catalana de "Física o Química", me dispuse a ver "Merlí" y una vez finalizada la temporada puedo decir que esta es la serie que me hubiera gustado ver años atrás. Porque es una serie adolescente si, pero realista y muy madura. Y no sólo está al tanto de lo que se cuece entre la juventud, sino que te hace pensar, te produce emociones, empatizas con cada uno de los personajes, transmite valores.


Merlí es un profesor de filosofía que estimula a sus alumnos de bachillerato a pensar libremente mediante unos métodos pocos ortodoxos que dividen las opiniones no sólo de la clase sino también del profesorado y de las familias. Cada capítulo está centrado en sus enseñanzas sobre un gran pensador o escuela. Las tramas están muy bien construidas y me resulta increíble como están relacionadas con el temario de filosofía. Gracias a la serie he entendido cosas que no comprendí cuando cursé bachillerato. Ahora me han encajado las piezas y he logrado llegar a la importancia de Aristóteles, Sócrates o Platón. 

Porque las tramas son tan repetitivas como las de cualquier serie adolescente: las malas notas, el primer amor, la homosexualidad, el bullying, los problemas que conllevan las redes sociales, el maltrato, la rebeldía frente a los padres, etc. Pero no importa tanto lo que pasa sino el cómo y por qué. Y todo se acaba entendiendo con las reflexiones que Merlí les plantea en sus clases. Los conflictos dramáticos que tiene cada personaje obligan a adentrarse en temáticas sociales. Esto hace que la serie no viva alejada de la realidad y se puedan ver en ella pequeños destellos de verdad: escenas que cualquiera ha podido vivir o dudas que todos hemos experimentado.



El otro punto fuerte de la serie es el personaje de Merlí, que lo tiene todo. Es redondo y muy complejo. Es un hombre que pasa de todo, que actúa sin ningún filtro, sincero, prepotente pero a la vez buena persona. Sus originales métodos pedagógicos ponen patas arriba el colegio por la influencia que tienen en sus alumnos. Y las reflexiones de este hombre llegan hasta la vida de los padres de los alumnos, que también se ven trastocadas. A medida que va avanzando la serie, todo se vuelve mucho más complejo.

El espíritu de superación, las dudas, los miedos, la inmadurez, la humanidad. Vemos la evolución anímica de los personajes que por cierto están muy bien interpretados. La filosofía es lo que nos conduce al interior de cada uno de ellos y nos hace buscar dentro de nosotros mismos. Nos recuerda porque hacemos lo que hacemos, porque somos como somos. La serie potencia el pensamiento crítico y demuestra que los adolescentes no son estúpidos.

martes, 24 de mayo de 2016

La necesaria renovación de El ministerio del tiempo

Por su temática original; por la mezcla de aventura, historia, ciencia ficción y comedia; por dirigirse a un target específico y no querer agradar al gran público; por su rico universo de personajes y tramas; por saber reírse de si misma; por relacionar a los protagonistas con personajes como Napoleón, Cervantes o Felipe II; por su apuesta por la calidad; por su versatilidad en la narración... Podría rellenar toda la entrada con razones por las que TVE debe renovar "El ministerio del tiempo" por una tercera temporada. Pero me voy a quedar con dos: porque las mediciones de audiencia lineal ya no representan los consumos reales de televisión y porque gracias a este serie hemos recobrado la fe en la ficción española.


No es nada nuevo decir que la serie española ha resucitado con grandes títulos. Ficciones atrevidas, arriesgadas, con niveles argumentativos a la altura de las del otro lado del charco. Es más, ya no nos avergonzamos de verlas y nos gusta comentarlas con nuestros amigos. Por eso no debemos dejar que series como esta desaparezcan de la parrilla.

"El ministerio del tiempo" ha presentado una segunda temporada mucho más sólida y fuerte que la primera. La patrulla formada por Julián (Rodolfo Sancho), Amelia (Aura Garrido) y Alonso (Nacho Fresneda) han continuado sus aventuras temporales bajo la supervisión de sus compañeros del ministerio Salvador, Ernesto, Irene y Angustias. Aventuras en las que han conocido a un nuevo compañero, Pacino (Hugo Silva), al que yo por lo menos he echado de menos en la segunda mitad de temporada. La razón la tengo clara: para no resultar tan repetitivos deberían hacer que una segunda patrulla fuera de misión. ¿No podría Pacino trabajar con, por ejemplo, Angustias? La actriz estuvo maravillosa de monja en su primera misión. 

A esto le sumo que en esta temporada me han gustado muchísimo más los capítulos en los que la trama principal no ha sido la de viajar al pasado. El capítulo de la cuarentena en el ministerio por la gripe española, el de la vampira del Raval, el de la boda medieval, el del presentador de programas paranormales que quiere hacer público el ministerio o el final de temporada con un presente modificado han marcado la diferencia. 


De hecho el último capítulo ha sido el mejor de toda la serie para mi gusto. La llegada de Felipe II a la institución trajo consigo una multitud de cambios en el presente a través de los cuales se ha podido lanzar una reflexión acerca de una posible dictadura hoy el día, sobre la homosexualidad, el papel de la mujer y el debate de la muerte digna, entre otros asuntos. Estuvo lleno de humor, giros inesperados y representó un gran revuelo histórico. 

La serie se despidió sin decir adiós y dejando algunas tramas en el aire, por lo que no es extraño pensar que tendremos noticias pronto.