Ryan Murphy quiso jugar con los seguidores de "American Horror Story". No sólo consiguió guardar el secreto de la temática de la nueva temporada sino que también sorprendió con un nuevo formato. Hasta el quinto capítulo se ha narrado la representación de unos hechos terroríficos mientras que sus verdaderos protagonistas iban relatando el terror y la desesperación que vivieron en esa mansión en una especie de falso documental. La crítica aplaudía el riesgo que estaba tomando la serie y los espectadores volvían a recuperar la fe en la ficción.
Y entonces llegó el sexto capítulo, que ha puesto la serie patas arriba. Tanto el público como la crítica aplauden este nuevo giro porque ha pillado a todos por sorpresa. El capítulo desvelaba que todo lo visto hasta el momento se trataba de una serie llamada "My Roanoke Nightmare". El productor de la ficción, Sidney, ha logrado que la serie sea todo un éxito con grandísimas cifras de audiencia. Por ello, el personaje quiere seguir haciendo negocio y llenarse los bolsillos de dinero. Su idea ahora es dejar la ficción de lado y pasar al puro reality.
De esta forma, Sidney idea un "Gran Hermano" pero con sustos. Convence a los directivos para volver a la mansión en la que supuestamente ocurrió todo y convence a todos los actores para encerrarse en ella durante las tres noches de luna sangrienta, es decir, en las que los espíritus pueden matar. Así, Shelby, Matt y Lee convivirán junto a los actores que les han interpretado en "My Roanoke Nightmare". Pero la cosa es que entre ellos han sucedido muchas cosas. Shelby y Matt se han divorciado, Audry se ha casado con Rory e incluso Agnes se llegó a creer que su personaje "La Carnicera" era real, llegando a asaltar a los turistas en Hollywood con un cuchillo. Ficción y realidad se ha mezclado para ellos tanto como para nosotros.
El equipo del programa prepara los ruidos y los efectos en la mansión con el objetivo de asustar a los actores durante su convivencia, pero cosas extrañas comienzas a ocurrir en ese lugar. Al final del capítulo, Rory muere a manos de los fantasmas de las dos enfermeras. Y sabemos que no será el único, porque se nos da a conocer que únicamente uno de los habitantes saldrá con vida de la casa.
¿Qué ocurrirá en los próximos capítulos? No me atrevo a adelantar nada, ya que el propio Ryan Murphy ha afirmado que en el décimo capítulo tendremos un nuevo giro de tuerca que nos volverá locos. De momento me fascina que la temática de la sexta temporada no sea la colonia perdida de Roanoke como todos creíamos, sino que es la telerrealidad. Es interesantísimo lo metarreferencial que se está volviendo y parece que el productor Sidney puede ir mucho más allá que Quinn en "Unreal". Si sigue así, esta temporada puede convertirse en mi favorita por delante de las maravillosas "Murder House" y "Asylum".
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