Más allá de todo el revuelo generado en torno al programa presentado por Bertín Osborne (que si pide más dinero para seguir con el, que si una cadena privada está interesada en la compra del formato), "En la tuya o en la mía" se ha convertido en el programa revelación de la temporada. Y no es para menos. En un momento en el que los formatos de entrevistas a personajes populares están a la orden del día y no haces más que encontrarte con uno de ellos cada vez que te pones a hacer zapping, este programa ha supuesto un soplo de aire fresco que está dándole a TVE unas audiencias estratosféricas. Si todo el mundo habla bien de este programa es porque valoran su ritmo, la escenografía, los planos, y como no, a Bertín Osborne.
Muchos, la mayoría de ellos estoy seguro que ni se han dignado a ver el programa unos segundos, se refieren al programa como casposo. Simplemente por estar presentado por un personaje que creíamos que había pasado de moda y por estar emitido en una televisión pública. Pues no señores. Bertín se muestra muy campechano y se dedica a charlar con sus invitados. Y digo charlar porque entrevistar es otra cosa. Él hace que se sientan realmente cómodos, sin tensión, relajados; y se abren y se muestran como nunca antes les habíamos visto. También ayuda el hecho de que esa charla se de en sus propias casas. La naturalidad y la forma de decir las cosas de Osborne es lo que atrapa a los espectadores.
Los invitados son de lo más morboso. Mariló Montero compartiendo sus confidencias íntimas en su cama. Pablo Alborán relatando a qué edad perdió la virginidad. Lolita Flores hablando sobre la muerte de su hermano. Pablo Motos confesando su conflictiva adolescencia. Invitados de lo más dispares y de todas las edades. De esta forma el programa permite que nosotros los jóvenes conozcamos más a esos personajes que no conocemos y que los espectadores de avanzada edad conozcan y entiendan a los ídolos juveniles. Y vamos a ver, a todos nos gusta el salseo y ver en qué casas viven estos famosos.
Pero si hay algo por lo que el programa destaca es por su buena producción y la gran selección musical. Podrá no gustarte el contenido, pero todo está adornado de tal manera que acabas tragándotelo. La realización está muy trabajada y las imágenes son espectaculares. Los planos dentro de las casas están hechos con mucho gusto. El tratamiento del color es espectacular. Y por otro lado la música que es algo esencial en este programa. Aparece en los momentos más oportunos e importantes y te hace emocionarte. Es una música que va desde lo más antiguo a lo más actual con versiones y covers hechas de una forma muy exquisita.
Es un programa en el que se respira respeto por los personajes. Si quieren hablar de algo lo hablan y si no no. Es una charla relajada, calmada. Es un formato de entrevistas amable, muy necesitado en la TV actual, que se ha llenado de gritos y agobios. Es una televisión sin estrés. Un formato distendido, de entendimiento fácil. Un programa digno para la televisión pública.
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