La esperada y ansiada adaptación del best seller "Cincuenta sombras de Grey", escrita por E.L.James, llegó a la gran pantalla hace pocas semanas y ya se ha convertido en un éxito de taquilla. Algo que todos esperábamos, independientemente de que el resultado del producto fuese bueno o todo lo contrario. Hay a quienes ha sorprendido, a quienes ha defraudado, a quienes ha dejado con ganas de más, a quienes les ha aburrido... Yo iba con pocas y bajas expectativas, y me he llevado la sorpresa.
La historia cuenta como Anastasia Steele, como favor hacia su mejor amiga y compañera de piso, accede a entrevistar a uno de los más prometedores y ricos empresarios del momento: Christian Grey. Desconcertada por su carisma, Anastasia cae rendida a sus pies. Cuando la protagonista comienza a intimar con él, se percata de las extrañas costumbres sexuales de su pareja, que no son nada convencionales. Un nuevo mundo de posibilidades se abre ante ella desde el momento que accede a formar parte del estilo de vida de Grey. La joven cae en su juego de seducción, poder, erotismo, sumisión y deseo sexual. De esta manera, el espectador se sumerge en esta historia sobre los límites, la confianza y la sexualidad entre la inocencia de Anastasia y el arrojo y provocación de Christian Grey.
Cuando vamos al cine a ver una película de este estilo, lo primero en lo que tenemos que pensar es que no vamos a ver un "peliculón". Vamos a ver una adaptación de un libro. La película se tomará sus permisos y licencias y copiará a la novela en lo que crea conveniente, porque no se puede plasmar audiovisualmente un libro de forma calcada. No funcionaría. Cada cosa tiene sus formas y son tan respetables unas como otras. Partiendo de esta premisa, la película si es una buena adaptación de la novela. Muestra todas las escenas importantes y elimina lo sobrante. Se centra en la historia de la pareja y deja en un segundo plano las escenas de sexo, que son suficientes para las dos horas de metraje. Quien quiera más sexo sin historia que se pase al porno.
La elección de los protagonistas trajo mucha controversia. Que si "no me imaginaba así a los protagonistas", que si "podían haber cogido a gente más guapa". A ver señores, en una película trabajan actores. Y lo que se valora es que los actores interpreten bien sus papeles para llegar a emocionar y en este caso provocar y despertar el apetito sexual de los espectadores. De que nos sirve que contraten a las personas más bellas del mundo si luego lo hacen catastróficamente mal y no provocan ninguna sensación. Para mí, la pareja protagonista es perfecta. Dakota Johnson me ha sorprendido en el papel de la inocente y poco vivida Anastasia. Creo que es un descubrimiento para el cine. Por su parte, Jamie Dornan ha estado correcto como el señor Grey. Además los personajes protagonistas han sabido desarrollar un sentido del humor no existente en el libro y que es gratificante. Los comentarios, salidas y caras de Anastasia con las correspondientes contestaciones de Christian convierten a "Cincuenta sombras de Grey" es una película bastante divertida. Tanto, que se me escapaba una carcajada con cada azote.
Obviamente, la película tiene sus altibajos, con escenas que se hacen pesadas y otras en la que deseas ver más. Pero nunca llueve a gusto de todos. Han sabido aprovechar bien el material de la novela y han presentado una película bastante acertada. El guion está bien adaptado, el trabajo artístico es muy bueno, la banda sonora es una maravilla y algunos planos son realmente preciosos, como aquel en el piso de Grey con toda la ciudad de noche de fondo, mientras él toca el piano y Anastasia se pasea desnuda con el edredón.
Por otro lado y ante los comentarios que tachan a la película de machista. Hay que dejar de ser un poco corto de miras y saber entender bien los mensajes, los contextos, los significados y los diálogos. Unos diálogos que son maravillosos en esta película.
Como ya he dicho, es una adaptación casi literal a la novela, y está a la altura de ella. Para mi, lo mejor ha sido la buena realización, el toque de humor y el rol de Dakota Johnson como Anastasia. El final me dejó con ganas de más. A mí y a todo el resto de espectadores que preguntaron si la película acababa ahí. Y es que la escena final del largometraje es, sin duda alguna, la mejor. Esas miradas, esos llantos y esas palabras de los protagonistas. Sublime. Deseoso estoy de ver la segunda parte.
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