Después de echarla para atrás, modificar ciertos aspectos y visionarla, Telecinco no dio el visto bueno a "He visto un ángel". Meses después pidió un cambio en la misma y ayer llegó a la parrilla esta serie bajo el título de "Aquí paz y después gloria". El canal no confiaba mucho en la serie; y no tenemos más que ver la masiva promoción que se ha hecho para asegurar un buen dato en el primer capítulo. Telecinco no quería arriesgarse. El mes lo tiene ganado gracias a datos como los de "GHVIP" y "La Voz 3", así que tomaron la sabia decisión de no estrenar una de sus grandes apuestas como "El Príncipe" con la Semana Santa aquí a la vuelta. Mejor lanzar un producto que va a dar igual como funcione.
Y no sé que ha sido peor. Si que el capítulo fuera aún peor de lo que me esperaba (y mira que eran bajas mis expectativas) o que haya conseguido un 20,7% de share en su estreno. ¿De verdad? Lo que está claro es que hay una gran parte de la población que le da exactamente igual que ver en televisión. Porque esta serie es mala, pero mala mala.
Todo comienza cuando Paco, perseguido por unos mafiosos a los que debe dinero por haberles estafado, va a casa de su hermano gemelo para robarle el pasaporte y continuar con su plan de huída. Paco roba la ropa de sacerdote a su hermano Ángel y se hace pasar por él cuando, como consecuencia de un grave accidente, el sacerdote queda en coma. Paco se aprovecha de la situación de su hermano y suplanta su identidad en el barrio de su infancia.
No sé ni por donde empezar a criticar. El protagonista Antonio Resines, mira que en otros papeles me ha encantado, pero aquí no he hecho otra cosa que recordar a Diego Serrano. Ha sido incapaz de soltar los dejes de aquel personaje, lo que me ha hecho plantearme el hecho de que no sea tan buen actor o que pueda ser otro sueño de 7 años de Diego. Con Antonio Molero, por todos conocido como Fiti, más de lo mismo. Y el resto de personajes más sobreactuados no podían estar, exagerando acentos, siendo simplones y cumpliendo todos y cada uno de los esquemas más elementales.
Los decorados de la serie dejan mucho que desear, también su iluminación y efectos. Los chromas están hasta en la sopa. Para describir la cabecera no tengo ni palabras. Y se supone que es una comedia, pero que tiene menos gracia que una carrera de caracoles. Desde la primera escena la trama es muy forzada e incongruente en algunos momentos. No sé.
Creo que es un producto mal planteado desde un principio, y que si no convenció en un primer momento, no deberían haber seguido adelante. No podemos permitir ni conformarnos que en tiempos de "El Príncipe", "Bajo Sospecha"o "El Ministerio del Tiempo" se hagan cosas como esta. He visto series de los años 90 menos cutres. Por el momento parece que a una parte del público ha convencido, aunque no comprendo la razón. Si me leen, por favor, que me la expliquen. Yo lo he intentado y lo siento, pero no he podido. Una y no más Santo Tomás. Además, estoy seguro de que la serie caerá por su propio peso, ya que está condenada al fuego eterno.