sábado, 20 de diciembre de 2014

White Christmas

"Black Mirror" nos había regalado hasta el momento seis historias independientes en forma de crítica a la tecnología y a su rápida evolución. Debo decir que es una serie imprescindible para todo el público adulto, debido a que manifiesta los peligros que podría traernos la tecnología y cómo las aplicaciones y los gadgets provocan la soledad del ser humano y saca lo peor de nosotros mismos. Y por Navidad, los inteligentísimos guionistas y director nos han regalado el capítulo "White Christmas", un especial centrado en tres historias muy buenas. Esta serie es puro terror psicológico y es tan espeluznante que realmente te hace reflexionar y pensar hacia dónde va la sociedad.

La primera historia cuenta como Harry, un chico tímido y al que le cuesta relacionarse, le confía sus ojos a un señor (Matt, el protagonista del capítulo) para que le guíe en la conquista amorosa. Matt es capaz de ver todo lo que el chico hace y le comunica todo lo que debe decir para así conseguir que Harry se ligue a la chica. Pero claro, Matt no deja pasar la oportunidad y cobra por dejar ver a otros lo que el mismo ve del chico. Jennifer, la chica interpretada por la española Natalia Tena (conocida en nuestro país por ser parte del reparto de "Juego de Tronos") es una mujer difícil, incluso para los ojos de Matt. Poco a poco vemos como Jennifer tiene un comportamiento social lejos de lo normal e incluso llegamos a pensar que a ella también hay alguien que le está guiando, debido a esas vocecitas que ella asegura escuchar. Una vez que Henry y Jennifer acaban en casa de esta, acabamos de darnos cuenta que la salud mental de la chica está gravemente dañada y asistimos a un final escalofriante que nos introduce a la segunda historia.

El segundo arco se centra en conocer más a Matt y su historia podríamos decir que es una crítica a las famosas "cookies" de Internet. Se narra como en este futuro es posible introducir un chip en nuestro cerebro que copie y aprenda todos nuestros hábitos. Y así, más tarde, poder extraerlo para utilizarlo como un sistema de domótica. Es decir, un chip que clona tu mente para crear una recreación virtual de ti mismo que controle tu hogar y realice las tareas diarias. Y para que el robot (copia humana) acepte realizar esas tareas, el controlador (Matt) somete a una tortura al personaje interpretado por Oona Chaplin (otra actriz de "Juego de Tronos").


Y si creíamos que no podía haber nada más enfermizo, llega una tercera historia centrada en el bloqueo, usado en las famosas redes sociales como Facebook, Twitter y Whatsapp. En este futuro se presenta la posibilidad de implantar los elementos tecnológicos en ti mismo para hacer tu vida más fácil (la conexión online del propio ser humano). Y es aquí donde se introduce la idea del bloqueo, en la que el individuo, de manera física, puede ser bloqueado de tal manera que no pueda ver ni comunicarse con nadie. Y hasta tan lejos llega el bloqueo del individuo que desaparece de las fotos y los recuerdos. Y eso es lo que le ocurre a Potter, que es bloqueado por su mujer cuanto esta queda embaraza y decide no tenerlo, en contra de la voluntad de Potter. La historia nos mantiene en vilo hasta el final, cuando descubrimos que su mujer le fue infiel con su amigo, que resulta tener rasgos asiáticos, lo que esclarece todas las dudas de un solo vistazo: la hija también tiene rasgos asiáticos. Esto junto a otros hechos dramáticos, como el horror de saber que tiene una hija con la mujer a la que ama y que no puede verle ni la cara debido al bloqueo, llevan al protagonista a asesinar tanto a su ex suegro como a la que creía que era su hija.

Y las que hasta entonces se mostraban como escenas inconexas, comienzan a cobrar sentido relacionando la historia de Potter con la de Matt y coronando al capítulo con un final impactante. Todos y cada uno de los puntos tratados a lo largo de los 70 minutos de duración quedan relacionados en un desenlace que nos vuelve a recordar lo terrible y terrorífico que sería que la tecnología jugara con el drama humano. El guion, junto al elenco y y al buen ritmo de narración, nos vuelve a introducir en una critica social verdaderamente inquietante y altamente recomendable.

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