"Once upon a time" comenzó su cuarta temporada algo floja con el único atractivo de introducir a los personajes de Frozen. En los primeros capítulos nos adentraron en unas tramas desordenadas y mal narradas, pero los guionistas han sabido remontar el vuelo una vez más en estos últimos episodios y deleitarnos a los seguidores con una nueva maldición.
Me emociono cada vez que veo el humo que trae las maldiciones a Storybrooke, porque eso es señal de un buen capítulo. Y eso es lo que esperaba en el episodio de esta semana tras el tremendo final del anterior. Esta nueva maldición, la del espejo roto, ha hecho que el caos volviera a cundir en la ciudad de la serie. Así hemos podido ver, brevemente, los efectos de la misma, que hacen sacar lo peor de cada uno y recordar las heridas del pasado y los rencores olvidados. Quienes no han sufrido en su piel la "visión destrozada" han sido Emma y Elsa, que eran inmunes y las responsables de encontrar una solución al problema. De mientras, los Charmings se han echado en cara todo lo habido y por haber y además Snow ha tenido que enfrentarse a la vuelta de The Evil Queen, interpretada de una forma magistral por Lana Parrilla.
Anna es quien da con la solución para acabar con la maldición: la muerte de Ingrid, la Reina de las Nieves. Pero Elsa y Emma no pueden llevar a cabo esa misión, pues los lazos que las une y las hermana con Ingrid son más fuertes que su magia. Tras una serie de sucesos fortuitos tan típicos de la serie vuelve a ser la intrépida Anna quien da con una salida. Se topa con la botella en la que su madre mandó un mensaje antes de morir, con el objetivo de que algún día fuera leído por las hermanas Elsa y Anna. Aquí se vuelve a demostrar la inteligencia de los guionistas y como ellos tienen pensando e hilado todo desde el comienzo, pues recordamos que la escena en la que la madre escribe ese mensaje es la que abría la temporada actual.
De esta manera Anna llega justo a tiempo al enfrentamiento entre Elsa, Emma y la malvada Ingrid. Este mensaje es bastante esclarecedor para todos, incluido para Ingrid. En el, Gerda confiesa la existencia de Ingrid y su arrepentimiento por haberla encerrado en la urna durante tantos años. Esta confesión da un vuelco a las intenciones de Ingrid, que había buscado durante toda su vida ser querida por sus hermanas (de ahí el hecho de querer convertir a Elsa y Emma en sus nuevas hermanas). La Reina de las Nieves por fin consigue sentirse querida por su hermana y con un "¿qué he hecho?" se percata de sus actos y decide acabar con la maldición que había lanzado. ¿Cómo? Sacrificándose y devolviendo los buenos recuerdos a nuestros protagonistas.
El personaje de Elizabeth Mitchell se despidió con un "It´s Okey", la misma frase que pronunció también antes de morir en "Lost". La actriz ha demostrado ser uno de los mejores villanos que ha pasado por "OUAT" y nos ha regalado una gran interpretación en esos flashbacks nostálgicos que nos han mostrado su llegada a Boston y cómo conoció a Emma en la casa de acogida. El final de este personaje ha sido uno de los más emotivos que recuerdo, con una banda sonora envolvente y que nos recuerda una vez más que en la serie no existen malvados sin causa justificada, sino personas que han sufrido y que el mundo ha hecho malvadas. Chapeau por el final de Ingrid.
El próximo capítulo será la mid-season finale y se cerrará el arco de Frozen. Pero también se abrirá un nuevo frente con la llegada de tres de las villanas más malvadas de Disney: Cruella, Úrsula y Maléfica. Estoy expectante por ver cómo concluye esta primera parte, pues los guionistas Horowitz y Kitsis siempre saben como dejarnos boquiabiertos y con ganas de su vuelta.
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