Tuve el placer de asistir al preestreno de "Musarañas", la nueva película producida por Álex de la Iglesia, y me llevé una grata sorpresa. Creía que se trataría de una película española de esas de quiero y no puedo, pero me encontré con uno de los filmes nacionales que más me ha entusiasmado e impactado. Y desde aquí vaticino muchos premios y reconocimientos tanto por parte del guion como por los actores y sus interpretaciones.
Este thriller psicológico ambientado en los años 50 cuenta la historia de Montse, interpretada por Macarena Gómez (LQSA). La protagonista ha perdido su juventud cuidando a su hermana pequeña, interpretada por Nadia de Santiago, puesto que se vio obligada a cumplir el papel paterno y materno cuando su madre murió en el parto de la menor y el padre huyó cobardemente al no poder soportarlo. Ahora Montse padece una agorafobia galopante que la retiene en el interior de su vivienda, en la cual se esconde de la vida, alimentado un temperamento obsesivo y desequilibrado. Es incapaz de dar un solo paso fuera de su casa y es su hermana ya adulta la que le ayuda a conectar con la realidad y el mundo exterior. Pero un día todo cambia cuando el vecino del piso superior Carlos (Hugo Silva) sufre un accidente en las escaleras y llama a la puerta para pedir ayuda. Montse decide ayudarle, pero lo que Carlos desconoce es que ha entrado en la madriguera de las musarañas...
Con un planteamiento tan simple puede parecer extraño que salga un resultado tan bueno. Toda la cinta está rodada en un piso y protagonizada por tres personajes. Y esto, que un principio puede echar para atrás por motivos de aburrimiento, es lo mejor del filme, pues colabora a crear ese ambiente dramático de represión que viven las hermanas. Personalmente, casi llego a padecer agorafobia como la protagonista. Una vez más puedo afirmar que lo simple, bien llevado, puede funcionar mucho mejor que unos magnificos efectos especiales junto a unos actores mediocres.
El desarrollo de la trama es notable, con un guion impecable. Se juega bastante con los diálogos y el ritmo no decae en ningún momento. Poco a poco va aumentando el suspense y el drama, y el agobio y la violencia llegan a ser palpables. Las pequeñas colaboraciones de Luis Tosar y Gracia Olayo son de agradecer, puesto que aportar frescura. También Nadia de Santiago está acertada, pero no acaba de lucirse como Macarena.
Pero el punto álgido del filme tiene lugar cuando Macarena Gómez desata la locura de su personaje y da comienzo a lo mejor de toda la cinta. La interpretación de Macarena en esta película es digna de aplauso, y de hecho se llevó alguno en la sala. Está soberbia, eclipsa al resto del reparto y me temo que la mayoría de los halagos a la película se deben a ella. De hecho, a pesar de que esta actriz no es santo de mi devoción, su personaje se ha convertido en uno de mis favoritos del cine y digo alto y claro que creo que sin su interpretación puede que la película no merezca ni la pena verla. Nunca he visto una actriz que interprete a un personaje tan desequilibrado de una manera tan correcta y admirable. Desde aquí pido el Goya para esta mujer.
Y con esto esto llegó un desenlace de infarto, totalmente impredecible y que hizo estallar la tensión en la sala. Los espectadores no nos lo podíamos creer y las miradas cómplices entre unos y otros (cómo preguntándose si era cierto lo que estaban viendo) eran para ser filmadas; como también lo eran las caras de horror o la gente tapándose la cara en esas escenas violentas y algo gores. Y tras el final llegaron unos créditos muy interesantes, tanto que me quedé hasta que terminaron. Y si con esto hay alguien que aún piensa que el cine español es una mierda, por favor, hágaselo mirar.
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