Imposible es no acabar fascinado. Imposible es no creer que en nuestro país se hacen incluso mejores producciones que en el extranjero. Imposible es no admirar las interpretaciones de los protagonistas. Imposible es no empatizar con ellos. Imposible es no emocionarse.
La película cuenta la dramática situación vivida por una familia española en el tsunami que azotó el Océano Índico en diciembre de 2004. María, Henry y sus tres hijos pequeños viajan a Tailandia para pasar sus vacaciones de Navidad en la playa. Un día, mientras todos se encuentran en la piscina, un tremendo tsunami destroza el hotel y todo lo que se encuentra a su alrededor. A partir de este momento, la vida de millones de personas, incluidas las de los cinco protagonistas, cambian para siempre. No debemos olvidar que toda la película se basa en los recuerdos de María Belón, la verdadera protagonista de la historia, quien colaboró activamente en la escritura del guion y en el desarrollo del filme. Por eso mismo, "Lo Imposible" más que una película es una experiencia, una vivencia.
El éxito del largometraje, segundo dirigido por Juan Antonio Bayona tras "El Orfanato", otra de las grandes del cine español, reside bajo mi punto de vista en dos aspectos. El primero de ellos es la perfecta recreación del tsunami. Esa secuencia grabada en Alicante en una gran piscina recrea con gran realismo y credibilidad que fue lo que ocurrió. Los planos son devastadores, tanto como lo fue el tsunami, y genera una gran sensación de angustia y sobrecogimiento. La realización técnica de esa secuencia es perfecta, incluso puede considerarse una de las mejores en películas de desastres naturales.
El otro aspecto es la importancia de las relaciones humanas en el filme y la carga emocional que eso conlleva. Esto se ve en la aflictiva búsqueda que emprenden los miembros de la familia protagonista con el fin de reencontrarse, los intentos de Lucas por juntar a los heridos y perdidos en el hospital, el deseo de María de ayudar al pequeño Daniel tras el tsunami, o la fuerza con la que Lucas ayuda y carga con su madre. Esto junto a las magníficas interpretaciones de Tom Holland, Naomi Watts y Ewan McGregor, que junto a los dos pequeños, consiguen emocionar al público, impactarle, revolverle el estómago en ciertas escenas, hacerle sentir la tragedia del tsunami en su propia piel... Se logra que el espectador tenga apego a lo personajes y que la brillante escena del reencuentro y del abrazo entre los tres hermanos y el padre culmine en llanto.
Esta apuesta tan arriesgada, como no, tenía que tener fallos. Pocos, pero los tiene. Para empezar, la música es excesiva y en algunos momentos no es necesaria. Un silencio provoca sensaciones más intensas que una banda sonora en alto volumen, esto bien lo sabe el director pues lo ha hecho en la escena que sigue al tsunami con gran acierto. El doblaje al castellano de Ewan McGregor es nefasto, tanto que hasta produce risa. Y algunos diálogos, escenas y planos están incluidos simplemente para provocar el lloro en el espectador. La situación que se narra ya es dramática de por sí, por lo que no veo lógico su uso.
Pero hay algo que ha jugado en contra de la película, y es la promoción por parte de Mediaset y el bombo que le ha dado. Esto está bien puesto que así se ha convertido en una de las películas más taquilleras de la historia en nuestro país; pero también está mal, porque si utilizas a María Belón para la promoción y ella te cuenta lo feliz que vive con su familia ahora que todo ha pasado, se le destripa al espectador el final de la película: todos sobrevivieron al trágico desastre natural. Si partes de esa base, la emoción resulta mucho menos. Sabes que María no morirá, que los hermanos se reencontrarán, que el padre acaba junto a su mujer, etc. El director ha tenido que jugar con esto y de aquí el sentido a la alargada y asfixiante escena en la que a la familia le cuesta reunirse en las afueras del hospital.
Juan Antonio Bayona ha logrado una película grandiosa con unos resultados más que notables. A pesar de contar con actores del panorama internacional, la película es española, aunque no lo parezca, y debemos estar orgullosos de ella. Y para terminar debo afirmar que con unas cuantas películas a la espalda, es el filme de desastres naturales más realista en cuanto a nivel emocional.
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