Tengo
un problema, y es que cuando me engancho a una serie y esta va decayendo
temporada a temporada, me es imposible abandonarla hasta ver el desenlace definitivo. Y mira que me pueden llegar a aburrir los capítulos, pero me gusta
saber si los guionistas consiguen levantarla o si acaban conduciéndola al
fracaso absoluto.
Y
esto me ha ocurrido con “Vive cantando”. Se anunció como una serie de bajo
presupuesto que engancharía por sus historias cercanas y por sus personajes. Y
durante la primera temporada lo consiguió, llegando a ser renovada en varios
ocasiones y con unas audiencias mayores cada semana. La historia me atrajo
desde el comienzo, con un capítulo piloto bastante dramático y con una María
Castro soberbia en el papel de la Trini. Con el paso de los episodios lograron
crear una empatía con los personajes y con sus problemas, pues eran situaciones
tan normales que le podían ocurrir a cualquiera: incompatibilidad con la
pareja, embarazos, adicciones y enfermedades, engaños, discusiones familiares,
etc.
Y
con tan buen sabor de boca esperábamos una segunda temporada mejor, con unos
guiones aún más brillantes y con más sesiones de karaoke. Y ha sido todo lo
contrario. A pesar del primer capítulo, que en mi opinión ha sido el mejor de
toda la serie, “Vive cantando” ha ido cayendo capítulo a capítulo, y así lo han demostrado las bajísimas audiencias. Las tramas
de esta temporada han sido mucho más absurdas y de relleno; y las
incorporaciones de nuevos actores han sido desacertadas. Además, se le ha dado
poco peso y poco espacio al personaje de la Trini, y no se le ha permitido a
María Castro el lucirse como ya lo hizo anteriormente. El protagonismo lo ha
tenido la familia de Asun, debido a que su personaje en estos momentos es el
mejor, pero sus compañeros de reparto han hecho que sus tramas también flojeen.
Por último, los momentos musicales han sido menores en una serie que se supone
que se centra en ello, en vivir cantando. También digo que lo agradezco, porque
la mayoría cantan como un horror y la edición de esas secuencias es nefasta.
Agradezco
a Antena3 la decisión de retirar la serie de la parrilla y ceder su espacio a
otra nueva apuesta que realmente nos mantenga enganchados a la pantalla. Una
pena por María Castro y Esperanza Elipe, grandes actrices que vuelven a
quedarse sin trabajo, pero ya sabemos como es la profesión. Ahora solo queda
esperar al último capítulo y ver, si como he dicho al principio, le dan un
final digno que haga que merezca la pena haberme tragado esta bochornosa
temporada.
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