Anoche "La que se avecina" llegó a su capítulo 100 con una brillante trama llena de referencias, guiños y reflexiones. Todo con mucho, mucho humor. Fue un capítulo que había generado mucha expectación y que se presentó como arriesgado, pero supo sorprender y agradar a la audiencia.
El capítulo comenzaba con un nuevo intento de suicidio de Vicente, que se tiraba desde el balcón del ático de su hijo Javier y caía sobre el concejal Enrique Pastor, quien no tenía abierta la pérgola. Hasta aquí todo normal. Pero es entonces cuando las vidas de todos los personajes comenzaban a ir mucho peor de lo que ya iban. Fue un comienzo brutal, lleno de catástrofes y de situaciones que nadie querría vivir en su propia piel, con un ritmo bastante rápido y haciéndonos reír como solo sus guionistas saben. Además se explotó al personaje de Fina con gran acierto y brillaron las actuaciones de Cristina Castaño, Fernando Tejero, Antonio Pagudo, Macarena Gómez, Nathalie Seseña y Jordi Sánchez.
Y en todo este desarrollo de la trama se iban introduciendo "puntazos" que nos intentaban dar pistas sobre lo que ocurriría después: la caída de un foco al que Coque confundía con un ovni, la repetición de actores interpretando a otro personaje, una chica de la limpieza fregando el set, el cura con su intento de comunicarles a los protagonistas que es lo que estaba ocurriendo, o el guardia de seguridad del plató. Todo ello me recordaba a "El show de Truman", película protagonizada por Jim Carrey.
Y llegó la gran sorpresa. Los protagonistas descubrían que eran personajes de una serie de ficción y que sus vidas estaban llenas de desgracias porque unos guionistas así lo querían. Es entonces cuando comenzó la media hora que más he disfrutado de toda la serie, debido entre otras cosas a lo siguiente:
- Los guiños a la predecesora "Aquí no hay quién viva" en la junta de vecinos con Fermín y Enrique, la gente de la calle llamando "pija" a Rebeca o diciéndole "Emilio, un poquito de por favor..." al personaje de Fernando Tejero.
- La referencia al capítulo de "Los Simpsons" en el que Homer entra en la tercera dimensión y acaba en el mundo real.
- El humor de la gente de la calle al decir las frases icónicas de la serie a sus personajes: "Merengue, merengue", "Quieres salami", "Mayorista", "Guarrilla pelirroja", "Ay mi cuqui", etc.
- La metáfora que se creó con esas situaciones en las que los actores salen a la calle y les tratamos como sí fuesen sus personajes.
- El guiño a Paolo Vasile y la mención a los creadores de la serie.
- El recordatorio a otros personajes de la serie como Estela Reynolds y Goya.
- La aparición de Mariví Bilbao en un homenaje a su personaje Izaskun.
- La original y acertada lectura del canal sobre el efecto que la serie tiene en el público.
- El dardo a las asociaciones que se molestan por el contenido de las tramas, que aún siguen sin entender que se trata de una comedia.
- Y la reflexión del porque del éxito de la serie: "La gente llega a su casa, se ríe de vuestras vidas y se olvidan de las suyas hasta el día siguiente. En el fondo sois unos héroes. Cumplís una función social".
No quedo nada por decir y todo estuvo muy bien dicho. Los personajes se arrepintieron de salir al mundo real y pidieron su regreso a la serie, a cambio de una mejora en sus vidas. Así asistimos a una bonita secuencia en la que todo les iba bien a nuestros personajes preferidos. Pero esta felicidad no duraría mucho puesto que todo se trataba de un sueño/alucinación de Enrique, que lo sufrió tras la caída de Vicente en su intento de suicidio al principio del capítulo. Y aquí se volvió a hacer una referencia a otra de las series históricas del canal: "Los Serrano", la cual finalizaba descubriéndose todo como un sueño de Diego, personaje interpretado por Antonio Resines.
Alberto Caballero, Laura Caballero y Daniel Deorador volvieron a sorprender a los espectadores y aprovecharon el capítulo para agradecer a los fans su compromiso con la serie y para mandar un mensaje a nosotros, los del mundo real. Si eliminásemos la escena del sueño de Enrique, hubiese sido un gran final para la serie, y así estaba concebido en un principio, pues era la trama que se abarcaría en el último capítulo. Esperemos que los guionistas y los actores nos sigan haciendo disfrutar y reír como hasta ahora. Un 100 para este capítulo y un 10 para la serie, aunque muchas veces cometa sus gazapos.