La esperada cuarta temporada de
“Once Upon a Time” dará esta noche el pistoletazo de salida. La serie comenzó
con la historia de Emma Swan, la hija que Blancanieves tuvo que enviar a
nuestro mundo para en un futuro romper la maldición que la bruja malvada lanzó
a todos los personajes de cuento. Y tras superar varias maldiciones, conocer la
vida de todos los personajes y viajar por los mundos de OZ, el Bosque
Encantado, el País de Nunca Jamás o el de las Maravillas, llegamos a Arendelle
con los personajes de la oscarizada “Frozen”.
Esta promete ser la mejor
temporada de la serie. Y eso ya es difícil, porque el recorrido de este drama
es sobresaliente. La mezcla de fantasía y de realidad no ha defraudado a lo
largo de estos últimos tres años, más bien todo lo contrario.
Los guionistas son de lo
mejorcito de la serie. Admiro su inteligencia y su capacidad para entrelazar
todas las historias sin ningún error y relacionar a todos los personajes de
cuento en un árbol genealógico que cada vez se hace mayor. Los giros que dan a
todos los personajes son inimaginables. Cuando crees que ya lo has visto todo,
los guionistas te vuelven a sorprender y hacen que no puedas dejar de verla.
La evolución de los personajes
también es digna de aplaudir, y cómo sus historias se van contando a través de
unos flashbacks que se han vuelto imprescindibles en la serie. Es una de las
pocas ficciones en las que el peso argumental recae de lleno en ellos; haciendo
que la historia del presente se quede muchas veces en un segundo o tercer
plano. Gracias al limpio montaje, los flashbacks se suceden impecablemente sin
las necesidad de rótulos que los presenten.
Puede que la serie flaquee en
algunos aspectos como los efectos especiales (el presupuesto no es el
suficiente para algunas de sus secuencias) o en la interpretación de algunos
personajes; pero después entran Regina y Rumpelstiltskin en escena y te olvidas
de todo ello.
Lo cierto es que el secreto de
“Once Upon a Time” radica en entremezclar ese mundo de fantasía con la realidad
e introducir conflictos entre padres e hijos, celos, venganzas, amoríos… en las
tramas enredadas que te hacen desconocer que ocurrirá en el próximo capítulo.
Debo hacer una mención especial
a la última temporada, en la que se superaron presentando a dos de los villanos
más carismáticos de la serie. Su división en dos partes fue la mejor decisión
tomada hasta el momento, con dos finales que dejaron la boca abierta. La
temporada brilló con sus tramas, con su evolución y con un ritmo perfecto.
Además nos quedó claro que la historia de Regina es la mejor de toda la serie y
que su personaje no podría estar interpretado por alguien que no fuese la gran
Lana Parrilla. Pareciera que la serie esté hecha para ella.
La cuarta temporada se centrará
en los personajes de “Frozen” y en los que les ocurrió tras los hechos
acontecidos en la película. También tendremos de vuelta a Maléfica, veremos que
ocurre con el triángulo Regina-Robin Hood-Marian y si Emma cae rendida o no
ante Garfio. Personalmente, espero el regreso de personajes como Mulán, la
Bella Durmiente o Jafar, aún queda mucho por saber de ellos. Y veremos cuáles
son los próximos personajes que introducirán los guionistas: Pocahontas, Tarzán,
Mowgli, Quasimodo, Esmeralda, Aladín, Jasmín, Merlín, Cruela de Vil, Mérida, Hércules…
En definitiva, la serie sigue
enganchando, emocionando, cosechando éxitos y sorprendiendo con su combinación
perfecta de acción, ingenio y romance. Quedarse atrapado en “Once Upon a Time” es más fácil de lo que parece y nos lo pasamos como unos
enanos viéndola. Invito a todo el mundo a verla, a recordar nuestra infancia y
a intentar adivinar que ocurrirá de aquí en adelante. Y sí, en algunos momentos
pecará de ser demasiado familiar y ñoña, pero a mi me tiene encantado.
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