Hace un par de semanas regresó a la parrilla de Telecinco el exitoso talent "La Voz". La tercera edición del formato continúa con muy buenos datos de audiencia (anoche anotó un 25,3% y 3.968.000 espectadores) gracias a las novedades en la mecánica, a la actitud de los coaches y al alto nivel de los concursantes de este año.
Que "La voz" la protagonizan los coaches está más que claro. Y este año eso ha quedado reflejado más que nunca. No sé a quien darle las gracias por habernos librado de las insufribles caras de David Bisbal y de los comentarios sin sentido de Rosario. Este año junto a Malú y Antonio Orozco, que siguen correctos, se han incorporado Alejandro Sanz y Laura Pausini. El primero, me sigue pareciendo algo soso pero de vez en cuando suelta algún comentario dejando a un lado su seriedad y su saber estar. Pero es Laura Pausini la gran revelación de la temporada. No sólo es la más alocada y suelta en sus valoraciones, sino que también es la más sincera y recta. La cantante no duda en decirle a los aspirantes que imitan las voces de otros artistas o que desafinan en exceso. Una sinceridad necesaria para todos y que pedíamos desde un principio. Además, este año se percibe muy buen rollo entre los cuatro coaches gracias a la complicidad entre Malú y Alejandro Sanz, los piques entre Laura Pausiní y Malú, las peleas por las chicas entre Orozco y Sanz, etc. Todos están mucho más participativos de lo que hemos podido ver en otras ediciones.
Lo cierto es que el buen ambiente entre los coaches podría haber solapado el éxito de otros ingredientes del formato, como el de los talents o aspirantes. Pero las audiciones a ciegas están teniendo un mayor nivel en lo que respecta a los concursantes. Este año parece que es el año de los aspirantes dedicados al mundo de la música, de los jóvenes talentos y de las segundas oportunidades de concursantes que han pasado por "Eurojunior", "Popstars" o "Dreamland". Además, la novedad de "El telón" ha permitido que nosotros, los espectadores, nos podamos sentir como los coaches al desconocer qué hay detrás de la lona. Así nos sorprendieron las gemelas, la invidente o aquel aspirante con voz de mujer que engañó a los coaches. Entre estas novedades destacó también los recursos introducidos este año como las imágenes en las que los coaches cuentan a qué edad se subieron por primera vez a un escenario o qué canción cantaron.
El talent sigue funcionando y esta tercera edición no ha podido arrancar mejor. Los concursantes continúan siendo variopintos y sorprendiendo por sus voces y los coaches destacan con sus piques. Las incorporaciones de Pausini y Sanz eran necesarias y no han podido encajar mejor. De aquí auguro muchos años más para "La Voz".
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