miércoles, 20 de enero de 2016

Un hospital bajo sospecha

Un nuevo caso se ha abierto en "Bajo Sospecha". Bambú Producciones ha presentado la segunda temporada del thriller, estaba vez centrándose el caso en un hospital en el que han tenido lugar dos desapariciones y una muerte. La primera temporada gusto mucho por el elenco protagonista, la maravillosa música, la cuidada estética y la atmósfera creada. Vistos los primeros capítulos, podríamos asegurar que la serie sigue en el mismo camino, incluso puliendo errores.


La serie española sigue el camino de series extranjeras como "American Horror Story", en la que cada temporada cambian totalmente de historia y los personajes interpretan otros papeles completamente distintos. En este caso no regresan todos, solo Lluis Homar, Yon González y Vicente Romero, que repiten con sus personajes investigando un nuevo caso. Tengo que destacar a Vicente Romero con su contrapunto humorístico en la trama. Quizás no pegue mucho en ella, pero se agradece de vez en cuando un chistecillo o comentario que rebaje la tensión. El elenco lo completan actores y actrices reconocidos todos por el público como Olivia Molina, Concha Velasco, Luisa Martín, Gonzalo de Castro, María Botto y José Luis García Pérez, entre otros, a los que he visto bastante acertados en sus papeles. 

En esta temporada el personaje de Yon González se infiltra en un hospital madrileño, donde Catherine Le Monnier ha desaparecido y la enfermera Isabel Freire ha sido asesinada. Allí tendrá que investigar codo a codo con un policía francés infiltrado para encontrar a su compatriota. Todo los trabajadores del hospital están "bajo sospecha" ya que se cree que el culpable se encuentra entre la plantilla del hospital.

Esta segunda temporada se muestra más madura, utilizando los mismos mecanismo para construir el relato pero apostando por una investigación más ágil desde el piloto, sin convertir automáticamente en sospechosos a todos los personajes. Si que han lanzado algunos señuelos como la posible implicación del marido engañado de la fallecida, los secretos del amante de esta, la dureza de la directora del hospital, el ascenso de una compañera... Su fantástico ritmo hace que el capítulo se nos pase volando y la producción y la realización sigue estando a un nivel encima de la media española.


Sin embargo, hay algo que me falla. Y es que desde un primer momento, incluso sin ver el primer capítulo y leyendo la sinopsis de lo que sería la temporada, en mi cabeza ya rondaba la identidad del posible asesino. Si en la primera temporada quisieron jugar con nosotros haciendo que sospecháramos de todos para después revelar que los culpables eran los niños de la familia y un inocente juego, esta vez también creo que jugarán con nosotros. Y de nuevo no será ninguno de los trabajadores del hospital, sino uno de los policías involucrados en el caso. No será ninguno de los protagonistas a los que ya conocemos, sino el francés infiltrado. Digamos que él es el culpable de la desaparición de la francesa, la enfermera se entera y es él quien la asesina, por lo que comienza a entorpecer la investigación. Al menos a mi esta teoría me encajó en el primer capítulo. Veremos como avanza la temporada, pero si esta es la resolución, me la podría haber ahorrado.

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