lunes, 25 de enero de 2016

El fenómeno GH VIP

Las primeras ediciones VIP del reality estrella de Mediaset pasaron sin pena ni gloria por la parrilla de Telecinco. Tras 10 años de descanso, el formato volvió con innovaciones y con personajes tan temperamentales como Belén Esteban, Ylenia y Victor Sandoval, que convirtieron al programa en un auténtico fenómeno televisivo y social.

Y así es, pese a quien le pese. Su tercera edición, emitida en 2015, fue la más vista del formato VIP con una media de un 29,8% de share. La casa no sufrió reformas con respecto a la edición anónima anterior que había acabado apenas dos semanas antes. El mayor giro se debió a la "salvamización", que tan bien había funcionado en las ediciones anteriores de "Supervivientes". Así la casa se llenó de personajes del mundo del corazón y de los cotilleos como los antes mencionados y otros que venían a aumentar los enfrentamientos de los que después se hablaría en "Sálvame" y otros programas de la casa: el conflicto Laura Cuevas con Kiko Rivera, el de Raquel Bollo con Aguasantas...


Además la edición vino acompañada de numerosos giros al formato. Era la primera vez que se colaban abucheos y aplausos a los concursantes cada vez que se conectaba con la casa, la primera vez que se hacían cuentas atrás a la hora de las expulsiones por la igualdad que había en los porcentajes de los nominados, la primera vez que los concursantes se enfrentaban a los vídeos de su paso por la casa antes de salir de ella, la primera vez que el nombre del ganador se pronunciaba en el propio plató. Y una larga lista de primeras veces que hizo que "GH VIP" estuviera más vivo que nunca, siendo imprevisible, manteniendo la ilusión y la tensión de los espectadores. 

Todo esto hizo que el programa no sólo consiguiera dejar a la competencia temblando la noche de los jueves, sino que el debate de más de cuatro horas de los domingos convertía a Telecinco en líder del fin de semana, los resúmenes en Divinity conseguían cifras muy notables y en las redes sociales se coleccionaban récords de comentarios y Trending Topics.

Y la actual cuarta edición sigue el hilo de la tercera. A personajes realmente VIPs como Carlos Lozano, Rappel o el pequeño Nicolás se les unen nombres del universo Sálvame como Javier Tudela, Laura Matamoros, Rosa Benito, Raquel Bollo o Julián Contreras Junior. Todo para alimentar de tramas al otro programa estrella de Telecinco. También continúan las pruebas semanales en dos bandos enfrentados, incluyendo la novedad de que el equipo que pierda no tiene el derecho de nominar pero si podrán ser nominados en los ya célebres "juegos del calambre". Y es que esos saltos cada vez que les nominan sus compañeros son de lo mejorcito de cada gala.


Porque los concursantes se pelean, se enamoran, se emborrachan, cotillean, mienten y falsean, se equivocan y rectifican... Muestran que son tan humanos como nosotros. Por eso no tiene sentido criticar estos formatos, en los que ya está más que demostrado que verlos no tiene por qué ver con el nivel intelectual o cultural de los espectadores. A estas alturas ya no hace falta defenderlo. Las críticas nunca acabarán, como en todo. Es televisión hecha para el entretenimiento y no debemos calificarla como telebasura porque en televisión hay programas bien hechos y otros mal hechos, y "Gran Hermano" es "un formato que lleva haciéndose muy bien desde que nació", tal y como afirmó Miguel Frigenti, experto en el reality.

miércoles, 20 de enero de 2016

Un hospital bajo sospecha

Un nuevo caso se ha abierto en "Bajo Sospecha". Bambú Producciones ha presentado la segunda temporada del thriller, estaba vez centrándose el caso en un hospital en el que han tenido lugar dos desapariciones y una muerte. La primera temporada gusto mucho por el elenco protagonista, la maravillosa música, la cuidada estética y la atmósfera creada. Vistos los primeros capítulos, podríamos asegurar que la serie sigue en el mismo camino, incluso puliendo errores.


La serie española sigue el camino de series extranjeras como "American Horror Story", en la que cada temporada cambian totalmente de historia y los personajes interpretan otros papeles completamente distintos. En este caso no regresan todos, solo Lluis Homar, Yon González y Vicente Romero, que repiten con sus personajes investigando un nuevo caso. Tengo que destacar a Vicente Romero con su contrapunto humorístico en la trama. Quizás no pegue mucho en ella, pero se agradece de vez en cuando un chistecillo o comentario que rebaje la tensión. El elenco lo completan actores y actrices reconocidos todos por el público como Olivia Molina, Concha Velasco, Luisa Martín, Gonzalo de Castro, María Botto y José Luis García Pérez, entre otros, a los que he visto bastante acertados en sus papeles. 

En esta temporada el personaje de Yon González se infiltra en un hospital madrileño, donde Catherine Le Monnier ha desaparecido y la enfermera Isabel Freire ha sido asesinada. Allí tendrá que investigar codo a codo con un policía francés infiltrado para encontrar a su compatriota. Todo los trabajadores del hospital están "bajo sospecha" ya que se cree que el culpable se encuentra entre la plantilla del hospital.

Esta segunda temporada se muestra más madura, utilizando los mismos mecanismo para construir el relato pero apostando por una investigación más ágil desde el piloto, sin convertir automáticamente en sospechosos a todos los personajes. Si que han lanzado algunos señuelos como la posible implicación del marido engañado de la fallecida, los secretos del amante de esta, la dureza de la directora del hospital, el ascenso de una compañera... Su fantástico ritmo hace que el capítulo se nos pase volando y la producción y la realización sigue estando a un nivel encima de la media española.


Sin embargo, hay algo que me falla. Y es que desde un primer momento, incluso sin ver el primer capítulo y leyendo la sinopsis de lo que sería la temporada, en mi cabeza ya rondaba la identidad del posible asesino. Si en la primera temporada quisieron jugar con nosotros haciendo que sospecháramos de todos para después revelar que los culpables eran los niños de la familia y un inocente juego, esta vez también creo que jugarán con nosotros. Y de nuevo no será ninguno de los trabajadores del hospital, sino uno de los policías involucrados en el caso. No será ninguno de los protagonistas a los que ya conocemos, sino el francés infiltrado. Digamos que él es el culpable de la desaparición de la francesa, la enfermera se entera y es él quien la asesina, por lo que comienza a entorpecer la investigación. Al menos a mi esta teoría me encajó en el primer capítulo. Veremos como avanza la temporada, pero si esta es la resolución, me la podría haber ahorrado.

martes, 19 de enero de 2016

Un príncipe para... 3 princesas

A Corina y a Laura les han salido nuevas sucesoras en el trono. "Un príncipe para..." que encandiló en su primera temporada y decepcionó en su segunda, tenía el difícil reto de que la gente volviera a engancharse y que se olvidara precisamente de esta segunda etapa, con una princesa con la que fue muy complicado empatizar. El formato necesitaba una vuelta de tuerca y ahora, a falta de una, hay tres princesas.


Yiya, Marta y Rym tiene personalidades tan marcadas y tan diferentes entre ellas que resulta difícil no empatizar con alguna de las tres. El triple protagonismo ha sido el acierto total de la edición, que ha conseguido que su estreno se convierta en el más visto de las tres ediciones. Las primeras citas con presencia de las tres han sido una bomba, porque aunque fuera solo una la interesada en conocer al candidato a príncipe azul, sus compañeras no se han quedado calladas a las hora de meter baza. Ya hemos podido ver los primeros roneos de las princesas con pretendientes de otros bandos, y se avecina una gran tensión entre las princesas. Y es que la rubia, la morena y la pellirroja son de perfiles tan opuestos que podríamos decir que no funcionan como compañeras de cuento, sino como enemigas.

Y de cuento esta edición tiene poco. Atrás han quedado las metáforas, Bruján y el reino encantado. Ahora el cuento ha pasado a un segundo plano y prácticamente solo importa para referirse a las tres protagonistas como princesas y para expulsar a los pretendientes con calabazas. Ha evolucionado hacía un "¿Quién quiere casarse con mi hijo?" femenino, cambiando las madres por asesores y la convivencia en las ciudades en las que viven por el cortijo y el reino. 

Otro de los giros del programa es que los grupos han desaparecido. No hay simpáticos. Ni tampoco únicos ni nerds. Tan sólo existía un gran grupo de guapos, que las princesas se han tenido que repartir, entre los que podemos ver algún candidato que podríamos haber metido en alguno de los perfiles desaparecidos. El casting podría haber sido mejor la verdad, con algún personaje estrafalario tipo David Pedre o Yong Li, con tanta personalidad y gracia que ambos acabaron en otros realitys. Como seguramente lo haga Yiya, a la que le auguro un largo recorrido en televisión participando en la próxima edición de "Supervivientes" o "GH VIP", porque su egocentrismo, bipolaridad y extremismo no lo podemos dejar escapar.


Y si por algo sigue destacando "Un príncipe para..." es por su magistral postproducción, digna de estudio en las facultades de Comunicación Audiovisual. El formato es una lección permanente de como hacer televisión creativa, ingeniosa, fresca, rompedora y desvengonzada. A partir de la nada lo construyen todo, con un humor muy inteligente, y solo por eso merece todo el respeto. El programa, en tan solo cinco minutos, nos hace reír más que toda una temporada de una serie cómica. Y se ríe de los protagonistas, también con ellos, presentado un programa escandalosamente divertido en el que no importa sacar las cosas de contexto.

Porque el amor es de todo menos una cuestión de inteligencia, y eso es lo que quiere mostrar el programa rompiendo etiquetas y clichés como el romanticismo. El mundo tróspido ha vuelto y ha recuperado el esplendor perdido en un formato mucho más cercano al lenguaje de Internet, porque es inteligente y sabe que debe entrar por los ojos para llamar la atención de los dispersos espectadores.

lunes, 18 de enero de 2016

Se cierran las puertas del HOTEL (AHS)

Después de 12 capítulos, la quinta temporada de American Horror Story ha llegado a su fin. Y lo hace con un capítulo redondo, cerrando las tramas aún sin resolver y dando respuesta y un final a todos y a cada uno de los personajes que han pasado por el "Hotel". Si bien es cierto que la temporada no ha estado a la altura de "Murder House", hasta ahora la mejor, si se puede equiparar a "Asylum", la mejor valorada por la crítica pero la menos seguida por la audiencia. Por lo menos nos ha hecho olvidar a las pobres "Coven" y "Freak Show".


En este cierre de temporada hemos visto como dos de los personajes, que desde un primer momento creímos secundarios, se han llevado todo el protagonismo y han sido los encargados de mostrarnos los cambios que se han dado en el Hotel Cortez tras la marcha de la mayoría de sus protagonistas. Iris y Liz convocan una reunión para acordar con los habitantes permanentes del hotel que paren de matar a todos los nuevos inquilinos por toda la sed de venganza que les recorre las venas cuando a ellos les mataron. Así hemos podido volver a ver en pantallas a algunos personajes episódicos y a otros que han tenido bastante peso en las tramas, como Sally o Will Drake. 

Y es que estas dos mujeres, hablo de Liz e Iris, han acabado convirtiéndose en dos de los personajes más queridos de la temporada. Una temporada en la que no he echado de menos a la maravillosa Jessica Lange. Lady Gaga ha cumplido como su "sustituta" en ese papel de vampira ninfómana, tanto que ha recibido el Globo de Oro a mejor actriz de miniserie gracias a su interpretación en AHS. Pero no sólo ella ha logrado llenar el vacío de la veterana Lange. Evan Peters ha encarnado de forma soberbia a James Patrick March, al igual que Angela Basset a la retorcida Ramona Royale. Gracias a la serie por hacerme conocer a actores como ellos.

El peso de la segunda mitad del episodio final se lo ha llevado West Bentley en su papel de policía. No ha hecho falta que su personaje John Lowe fuese un vampiro o fantasma. Su trama ha sido la más adulta y la que más ha sorprendido con su evolución y giro final. El asesino de los 10 mandamientos ha narrado en este final su nueva vida junto a su familia y su versión de la historia a través de Billie Dean Howard, personaje de "Murder House".

Este encuentro marca una de las escenas más destacables de la temporada, en la cual Billie termina como invitada en la cena anual de James March, mejor conocida como Devil´s Night, donde ella conoce a todos los asesinos seriales más famosos en la historia de Estados Unidos. Pero ella no ha sido la única referencia a otras temporadas. Queenie, la muñeca vudú humana de "Coven" se pasaba por el Cortez en su penúltimo episodio para regalarnos otra memorable escena. 

Podríamos decir que la serie ha resucitado gracias a "Hotel". A mi no tenía que convencerme en exceso, ya que la antología me tiene enamorado por su Star System, por su realización y montaje, por la banda sonora y por los cambios de registro de los personajes. Realmente considero que estamos ante una obra magistral que no tardará en mucho en considerarse "de culto". Se cierra el hotel de asesinos, fantasmas y vampiros para dar la bienvenida a una nueva temporada, ya la sexta, que todavía se desconoce sobre qué versará.

Y un último apunte. Sobre todo para aquellos que critican a la serie por su falta de "horror". El horror no debe ser confundido con miedo o terror. La serie lleva este título porque muestra el lado más horrible y oscuro de la humanidad: los psicópatas, los asesinos, los violadores, los fanáticos. En definitiva, el de los monstruos humanos. Pero también otros horrores como la envidia, el narcisismo, la sed de venganza, la ambición. Una vez comprendido esto, la serie se disfruta por si sola.