Vengo a sumarme a los que ya han coronado a "Stranger Things" como la serie del verano. Y no es para menos. Este homenaje a los clásicos misterios sobrenaturales de los 80 ha enamorado a público y a crítica y ya se pide a voces una segunda temporada igual de sublime.
"Stranger things" es la historia de un niño que una noche desaparece sin dejar ningún rastro. Sus amigos, familiares y vecinos del pueblo comienzan una desesperada búsqueda que acaba en un enigma extraordinario: experimentos estatales ultrasecretos, fuerzas paranormales terroríficas y una niña muy, muy rara.
La serie de ciencia ficción, suspense y horror es un tremendo homenaje a las películas de misterio, aventura y terror de los años 80. Nos recuerda a "Los Gonnies", a "E.T.", a "Expediente X"... e incluso a "Super 8". Con su cuidada ambientación, consigue que los espectadores regresen enteramente a esa época y para los nostálgicos eso es una apuesta segura. Además, me ha encantado el desarrollo de la trama, con un inicio muy bien planteado y un final redondo. Estamos acostumbrados a que las series pequen de pretenciosas y nos presenten finales que no acaban de agradar al público porque no dan lo que prometían. Pero en tan solo 8 capítulos "Stranger things" sabe acabar en el punto exacto y justo de emoción, de satisfacción, de misterio, de esperanza.
Los personajes son otro de los puntos fuertes de la ficción de Netflix. Están muy bien creados y desarrollados, con personalidades muy diferentes y muy marcadas. Todos ellos acaban llegando a nuestro corazón. Sigo sorprendido por la madurez que muestran los personajes sin importar su edad, especialmente los niños. Y es que han conseguido crear una trama adulta y seria protagonizada en su mayor parte por niños, que resultan creíbles y auténticos, uno de los puntos que fracasan en otras ficciones. Vivimos una historia a través de varias generaciones en las que no sobra ni un solo personaje porque todos tienen su cometido. Y si me tengo que quedar con alguno, hago mención especial a Winona Ryder, que merece todos los premios del mundo por su interpretación de madre luchadora y desesperada.
Todo lo que rodea a la trama es perfecto: la cinematografía, la estética, los créditos, las referencias, las transiciones, el ritmo, el dinamismo... pero sobre todo la banda sonora y la ambientación. La música siempre está acertada y a buen volumen y con la ambientación se han coronado. El ambiente oscuro y de suspense conseguido por ambas cosas de verdad que consiguen despertar la nostalgia.
Y si hay algo con lo que me quedo es con esa idea de apoyo y amistad que se vende en la trama. Will siempre estuvo vivo por el constante apoyo y lucha de su madre y amigos por encontrarlo. Siempre estuvo con ellos, en su cabeza, en sus corazones, en esa idea de que sigue vivo. Y sin embargo, Bárbara estaba muerta porque Nancy se olvidó de ella mucho antes de que desapareciera. No me digáis que no es una muy buena representación.
"Stranger things" ha sido maravillosa de principio a fin. Ha sabido combinar a la perfección todos los elementos para hacer una de las mejores series de la televisión actual. Es una ficción en la que solo hacen falta unos minutos para engancharse. Es una obra maestra de la ciencia ficción y la nostalgia de los años 80. Es, simplemente perfecta.