lunes, 22 de agosto de 2016

STRANGER THINGS

Vengo a sumarme a los que ya han coronado a "Stranger Things" como la serie del verano. Y no es para menos. Este homenaje a los clásicos misterios sobrenaturales de los 80 ha enamorado a público y a crítica y ya se pide a voces una segunda temporada igual de sublime. 

"Stranger things" es la historia de un niño que una noche desaparece sin dejar ningún rastro. Sus amigos, familiares y vecinos del pueblo comienzan una desesperada búsqueda que acaba en un enigma extraordinario: experimentos estatales ultrasecretos, fuerzas paranormales terroríficas y una niña muy, muy rara.

La serie de ciencia ficción, suspense y horror es un tremendo homenaje a las películas de misterio, aventura y terror de los años 80. Nos recuerda a "Los Gonnies", a "E.T.", a "Expediente X"... e incluso a "Super 8". Con su cuidada ambientación, consigue que los espectadores regresen enteramente a esa época y para los nostálgicos eso es una apuesta segura. Además, me ha encantado el desarrollo de la trama, con un inicio muy bien planteado y un final redondo. Estamos acostumbrados a que las series pequen de pretenciosas y nos presenten finales que no acaban de agradar al público porque no dan lo que prometían. Pero en tan solo 8 capítulos "Stranger things" sabe acabar en el punto exacto y justo de emoción, de satisfacción, de misterio, de esperanza. 

Los personajes son otro de los puntos fuertes de la ficción de Netflix. Están muy bien creados y desarrollados, con personalidades muy diferentes y muy marcadas. Todos ellos acaban llegando a nuestro corazón. Sigo sorprendido por la madurez que muestran los personajes sin importar su edad, especialmente los niños. Y es que han conseguido crear una trama adulta y seria protagonizada en su mayor parte por niños, que resultan creíbles y auténticos, uno de los puntos que fracasan en otras ficciones. Vivimos una historia a través de varias generaciones en las que no sobra ni un solo personaje porque todos tienen su cometido. Y si me tengo que quedar con alguno, hago mención especial a Winona Ryder, que merece todos los premios del mundo por su interpretación de madre luchadora y desesperada. 


Todo lo que rodea a la trama es perfecto: la cinematografía, la estética, los créditos, las referencias, las transiciones, el ritmo, el dinamismo... pero sobre todo la banda sonora y la ambientación. La música siempre está acertada y a buen volumen y con la ambientación se han coronado. El ambiente oscuro y de suspense conseguido por ambas cosas de verdad que consiguen despertar la nostalgia.

Y si hay algo con lo que me quedo es con esa idea de apoyo y amistad que se vende en la trama. Will siempre estuvo vivo por el constante apoyo y lucha de su madre y amigos por encontrarlo. Siempre estuvo con ellos, en su cabeza, en sus corazones, en esa idea de que sigue vivo. Y sin embargo, Bárbara estaba muerta porque Nancy se olvidó de ella mucho antes de que desapareciera. No me digáis que no es una muy buena representación.


"Stranger things" ha sido maravillosa de principio a fin. Ha sabido combinar a la perfección todos los elementos para hacer una de las mejores series de la televisión actual. Es una ficción en la que solo hacen falta unos minutos para engancharse. Es una obra maestra de la ciencia ficción y la nostalgia de los años 80. Es, simplemente perfecta. 

Eso lo hago yo

Tras más de un año en la nevera La Sexta por fin se ha atrevido a estrenar "Eso lo hago yo", el talent show multidisplinar de superación en el que 10 concursantes luchan por convertirse en el artista más completo de España bajo la atenta mirada del jurado formado por David Bustamante, Silvia Abril y Giorgio Aresu.

En este talent de éxito mundial los participantes eligen el tipo de actuación que desean exhibir entre un número limitado de opciones. Esas actuaciones pueden ser tanto en solitario como a dúo o en trío y las presentan en plató tanto artistas nacionales como internacionales. Creo que es la primera vez que en televisión se exhiben disciplinas relacionadas con el mundo del espectáculo que dejan a un lado el protagonismo del canto y del baile y apoya los números acrobáticos tanto con aros como como telas e incluso bicicletas; números de sombras o de cambio de vestuario; etc. Verlas de mano de campeones mundiales y de artistas consagrados es todo un lujo. 

Los concursantes aceptan todos esos retos con muchas ganas y cada semana se someten a intensas sesiones de entrenamiento con esos profesionales. Están logrando realizar grandes actuaciones y además son participantes que entran al juego tanto con el jurado como con el presentador y entre ellos, y eso es algo que se agradece. Cabe decir que en el formato original los concursantes son celebridades por lo que era todo un riesgo el apostar por anónimos en la adaptación española.

Por ello podía suceder que el talent recordara en exceso a otros como "Tú si que vales" o "Got Talent", pero en ningún momento ha dado esa sensación. Y es que en "Eso lo hago yo" van al grano. No se dan rodeos. Saben que el tiempo en televisión es oro. El protagonismo se lo llevan las actuaciones y las valoraciones duran el tiempo necesario. Es un formato de entretenimiento inteligente con números muy visuales y arriesgados con gran esfuerzo detrás. Otros programas como los nombrados dan más importancia al juego del jurado y la mayoría de actuaciones dejan mucho que desear. 


Si algo me falla en "Eso lo hago yo" es la mecánica. Cuatro programas me parecen insuficientes para poder ver y valorar la evolución de unos artistas que se enfrentan a habilidades que no controlan. Además, creo que en todo concurso debe quedar clara la forma de nominación y expulsión y aquí tan pronto te echan a dos como a uno o ninguno. Y el jurado es algo que también se podía haber mejorado, ya que Silvia Abril hace valoraciones mejores que las que hacen Bustamante y el "quiero pero no puedo ser Risto" de Aresu.