Los singulares vampiros protagonistas de la serie producida por Guillermo del Toro se han despedido de la pequeña pantalla. Al menos, hasta la tercera temporada que ya tiene confirmada "The Strain". En esta segunda tanda de episodios, la serie ha crecido con numerosas tramas paralelas, incorporación de nuevos personajes y con un fin del mundo más próximo que nunca.
Mientras que la primera temporada centró su línea argumental en el comienzo del apocalipsis, en las historias personales de las primeras víctimas y en el comienzo del caos en la ciudad, esta temporada la serie se ha dividido en numerosas subtramas: los intereses de los seguidores por convertirse en el nuevo cuerpo de El Maestro; los vampiros originales que persiguen al séptimo vampiro original desviado de su camino; los vampiros metiéndose en política para extender el virus; los doctores protagonistas y su investigación de una vacuna para combatir el vampirismo; la madre de Zac reconvertida con la misión de atraer a su hijo; la búsqueda por parte de Abraham Setrakian del libro "Occido Lumen" que contiene las claves para destruir a los vampiros, etc.
Pero todas estas tramas se sitúan en los dos líneas principales de la serie: por un lado, el equipo de protagonistas combatiendo a las vampíricas criaturas que invaden las calles de la ciudad y por otro, las acciones de estas criaturas y sus líderes para acabar con la humanidad. La crítica ha mostrado su satisfacción por la trama, elogiando que la ficción haya regresado al tono de thriller, de terror y oscurantismo que propuso en sus primeros capítulos y que fue perdiendo con el paso de la temporada anterior.
Además, esta temporada ha estado cargada de escenas de acción e intriga. Las batallas entre humanos y vampiros, el capítulo centrado en el secuestro de una de las protagonistas, la secuencia en la Iglesia protagonizada por la madre de Zac y las pequeñas criaturas vampíricas... Estas escenas han ayudado a olvidarnos por momentos de esas escenas soporíferas cargadas de diálogos sin sentido que no aportaban nada a la trama.
Los flahsbacks sobre la vida de Abraham Setrakian también han sido un acierto. Hemos conocido su vida como profesor, con su mujer, su infancia, a su abuela contándole la historia de El Maestro o la propia historia de su bastón. Estos flashbacks vienen bien para entender mejor al personaje, ya que la serie es demasiado coral y compleja con respecto a los personajes, por lo que sería bueno que en la próxima temporada nos introdujeran mediante flahsbacks en el pasado del resto del reparto. Y también es hora de acabar con algún protagonista, ya que esta temporada únicamente hemos perdido a dos y en el final.
El montaje en paralelo y los efectos son otros de los puntos fuertes de la serie. Y algún que otro sustillo en escenas de terror, pánico y angustia son agradecidos en una serie de estas características. Esperemos que todo continúe así. Para la próxima temporada pido que simplifiquen un poco la historia, que profundicen más en los personajes y que nos vayan conduciendo a su inminente final.
Mientras que la primera temporada centró su línea argumental en el comienzo del apocalipsis, en las historias personales de las primeras víctimas y en el comienzo del caos en la ciudad, esta temporada la serie se ha dividido en numerosas subtramas: los intereses de los seguidores por convertirse en el nuevo cuerpo de El Maestro; los vampiros originales que persiguen al séptimo vampiro original desviado de su camino; los vampiros metiéndose en política para extender el virus; los doctores protagonistas y su investigación de una vacuna para combatir el vampirismo; la madre de Zac reconvertida con la misión de atraer a su hijo; la búsqueda por parte de Abraham Setrakian del libro "Occido Lumen" que contiene las claves para destruir a los vampiros, etc.
Pero todas estas tramas se sitúan en los dos líneas principales de la serie: por un lado, el equipo de protagonistas combatiendo a las vampíricas criaturas que invaden las calles de la ciudad y por otro, las acciones de estas criaturas y sus líderes para acabar con la humanidad. La crítica ha mostrado su satisfacción por la trama, elogiando que la ficción haya regresado al tono de thriller, de terror y oscurantismo que propuso en sus primeros capítulos y que fue perdiendo con el paso de la temporada anterior.
Además, esta temporada ha estado cargada de escenas de acción e intriga. Las batallas entre humanos y vampiros, el capítulo centrado en el secuestro de una de las protagonistas, la secuencia en la Iglesia protagonizada por la madre de Zac y las pequeñas criaturas vampíricas... Estas escenas han ayudado a olvidarnos por momentos de esas escenas soporíferas cargadas de diálogos sin sentido que no aportaban nada a la trama.
Los flahsbacks sobre la vida de Abraham Setrakian también han sido un acierto. Hemos conocido su vida como profesor, con su mujer, su infancia, a su abuela contándole la historia de El Maestro o la propia historia de su bastón. Estos flashbacks vienen bien para entender mejor al personaje, ya que la serie es demasiado coral y compleja con respecto a los personajes, por lo que sería bueno que en la próxima temporada nos introdujeran mediante flahsbacks en el pasado del resto del reparto. Y también es hora de acabar con algún protagonista, ya que esta temporada únicamente hemos perdido a dos y en el final.
El montaje en paralelo y los efectos son otros de los puntos fuertes de la serie. Y algún que otro sustillo en escenas de terror, pánico y angustia son agradecidos en una serie de estas características. Esperemos que todo continúe así. Para la próxima temporada pido que simplifiquen un poco la historia, que profundicen más en los personajes y que nos vayan conduciendo a su inminente final.